20 septiembre 2007

Lecturas

Varias lecturas permite el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía respecto a la tan traída y llevada licencia para la planta de ciclo combinado de Sevillana Endesa, sita en la Avenida Francisco Montenegro. Particularmente, lo primero que se me vino a la cabeza este pasado fin de semana fue aquella eufórica imagen del arquitecto José Pablo Vázquez Hierro cuando el Ayuntamiento, a través de la GMU de Curro Moro (con la abstención tramposa y cobarde del socialista Andrés Bruno Romero), denegó los correspondientes papeles a la compañía eléctrica. «Hemos conseguido lo impensable: que un alcalde del PP le arrebate la bandera del ecologismo a la izquierda», se felicitaba ufano el artífice de la Mesa de la Ría ante un par de redactores de esta santa casa en las inmediaciones de la redacción, sita en la calle Puerto. Esta sentencia del TSJA, entre otras cosas, constituye todo un torpedo jurídico en la línea de flotación de ese colectivo ciudadano y profesional que tan sencillo ha pintado siempre la operación de exigirles a las empresas químicas que se vayan a soltar los humos a otra parte en virtud de la normativa urbanística vigente y los pactos sellados entre las administraciones públicas y los agentes sociales en el 92. Craso error el de negarle cualesquiera derechos a un complejo industrial con 43 años de historia, que vale que no tendrá voto, pero voz para defender sus intereses desde luego que sí, como se acaba de ver. Segunda cuestión que ha quedado demostrada, negro sobre blanco: el fracaso estrepitoso de los encargados en su día de la negociación Ayuntamiento-Endesa. Cada cual tendrá que asumir su alícuota, pero indudablemente aquí ha fallado el diálogo social que debería haber servido para resolver la cuestión en el plano puramente administrativo, con independencia de los recursos contenciosos o las demandas penales que pudieran haberse originado. Para eso se les vota y están donde están los políticos, ¿no? Y la Justicia le habrá dado toda la razón a la empresa, pero harían mal en no analizar a fondo si su estrategia o su actitud han sido las más adecuadas para llegar a un entendimiento desde el primer minuto; entre otras razones, porque habrá que volver a hablar en cualquier momento y no es cuestión de meter más palos en candela. Tercero: incluso en democracia, desde un ayuntamiento no se puede decidir libérrimamente el futuro de una ciudad. Hay situaciones de hecho y de derecho que no se pueden ignorar a la hora de dar un golpe de timón desde los despachos, so pena de irte a pique por las innumerables vías de agua judiciales que te arriesgas a abrir. ¿Que de qué hablo? Esperen a que se evalúen daños, perjuicios y lucro cesante para Endesa. Y hablamos.

Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 20 de septiembre de 2007

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3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Lo que está claro es que ahora mismo el Ayuntamiento de Huelva está en manos de Endesa pues según la sentencia el ayuntamiento tiene que pagar a la compañía eléctrica más de 1.000 millones de pesetas de indemnización ¿y quien paga la responsabilidad? ¿donde está Wally-Curro Moro, el culpable de este desaguisado? pues escondidito y en casita, esperando que escampe. Aquí no dimite nadie, ni siquiera el inepto que ha causado un daño al ayuntamiento de Huelva de más de 1.000 millones de pesetas que tendremos que pagar de nuestros impuestos los sufridos ciudadanos. Eso sí, el Sr. Moro seguirá cobrando del ayuntamiento, que para eso está, pues ni dimite ni le cesa el alcalde. Psssss, y les recuerdo que el Sr. Moro era Abogado antes de ser político, razón por la que ni siquiera puede alegar en su descargo desconocimiento de las leyes o del asunto. Su responsabilidad es máxima y además evaluable en dinero: más de 1.000 millones de pesetas de responsabilidad.

20 septiembre, 2007 19:43  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La cobardía no es solo de D. Bruno, es sobre manera de la ejecutiva sociata, que tragan para Huelva lo que no tienen bemoles de defender en Sevilla. O es que se les olvidan a D. Bruno, y compañía sociata, que sus colegis del capullo y la rosa de Sevilla rechazaron una central idéntica, con los mismos argumentos que hemos empleado aquí para rechazar la de Huelva. De vergüenza el comportamiento de estos progres de o carallo. Esto se veía venir, que el TSJA considere que efectivamente se trata de una “modernización y renovación de la central térmica ya existente” y que “la actividad sigue siendo la misma: la producción de energía eléctrica” esto es una tomadura de pelo y una vergüenza. Cómo se nota que estamos en Chavezlandia. Sergio

20 septiembre, 2007 23:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Pensaron que hacian lo correcto, pero fallaron y eso trae sus consecuencias pero de ahi a que tenga que dimitir (cuando mucha gente le respaldaba) no creo que tenga que pasar

21 septiembre, 2007 00:06  

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