07 diciembre 2008

PAGANDO DE MÁS POR ALGO QUE NOS SOBRA

El Rompecabezas Onubense
Las Piezas del Puzzle
PAGANDO DE MÁS POR ALGO QUE NOS SOBRA



Hace unos meses, cuando algunos hombres buenos apenas si podían conciliar el sueño y la gula temiendo que de un momento a otro toda la producción de jamón ibérico se exportara a China para saciar el selecto apetito de las nuevas grandes fortunas asiáticas, se lanzó un mensaje tranquilizador y no falto de sensatez a ese atribulado consumidor local: el abastecimiento patrio está garantizado a corto, medio y largo plazo desde el mismo momento y hora en que tanto a nuestro productor cinco jotas como a aquel lejano millonario sibarita oriental le terminará saliendo siempre más caro el collar que el perro, por los costes que incorpora el transporte de un pata negra curado a los 9.593 kilómetros que distan entre Jabugo y la olímpica capital de la República Popular.
Como ejemplo al uso, se recordaba entonces (justo cuando el IPC se estaba desbocando por arriba en las gasolineras) lo barato que resulta llenar el tanque en los países productores de petróleo, desde Arabia Saudí a Venezuela, aludiendo en definitiva a que lo que abunda en un lugar se vende en el sitio a precio de coste, que es una forma de decir que aquí en Huelva seguiremos disfrutando las mejores chacinas mientras en los pueblos de la Sierra queden cochinos trotando y bellotas resistentes a la seca del encinar (tema delicado este último donde los haya).
La lógica del mercado, con fórmulas tan sencillas y con tal profusión de demostraciones empíricas, parece poco menos que incontrovertible. Pero luego llega con las rebajas la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, y resulta que se va hace dos semanas a Cádiz para poner el acento en la injusticia que supone que no todas las provincias andaluzas paguen lo mismo por el agua que beben. Adivinen dónde sale más cara y dónde más barata…
Aplicando la regla clásica, los mayores costes deberían estar soportándolos aquellos ciudadanos que residan en las zonas andaluzas con más dificultades objetivas de abastecimiento, como por ejemplo Almería. Y si hay provincias que cuentan con la enorme fortuna (como gusta de enfatizar al alcalde de Cartaya, el socialista Juan Antonio Millán) de disponer de superávit hídrico, como es el caso de Huelva, se supone que sus habitantes pagarán siempre menos por sus consumos e insumos.
Pues bien: ocurre justo lo contrario. Los almerienses pagan 1,04 euros por metro cúbico de agua, mientras que los onubenses apoquinamos 1,31 euros. La media andaluza está en 1,26, seis céntimos por encima de la media española. Y se da la sorprendente circunstancia de que incluso a los que viven en Sevilla –que beben de los pantanos de Huelva– les sale también más barato abrir el grifo que a los de aquí: a 1,27 euros el metro cúbico.
Sospecho que Cinta Castillo se fue a Cádiz a revelar estas cuentas porque allí están por debajo de la media andaluza (1,12 euros) y pueden entender mejor el desbarajuste. Aquí directamente resulta incomprensible. Y el año que viene, cuando su Consejería apruebe los nuevos cánones, recuerden que el precio del agua subirá también para los onubenses, de modo que las facturas mal emitidas por Giahsa en Valverde se quedarán en pura anécdota… Ojalá se equiparan los precios por arriba. ¡Es que aquí también los suben ustedes, oiga!



Difícil de Encajar
SOLIDARIDAD DESMEDIDA


Con todo el respeto que me merecen los compañeros de Odiel y su trabajo diario, encuentro excesivo el tono victimista que ha adoptado la cabecera de Alfonso Gallardo a raíz de la querella presentada por Democracia Nacional a cuenta de un editorial sobre una fiesta que organizaba este grupúsculo de la extrema derecha en Punta Umbría. Y no digo nada de todas las encendidas muestras de solidaridad acaecidas en estos días... Imagino que si yo fuera el director de un diario, estaría más bien encantado con que los extremistas me honraran con semejante disparate jurídico en forma de acción penal, pero admitiría que no deja de ser un asunto muy menor, prácticamente anecdótico. Aquí, por ejemplo, en la edición onubense de EL MUNDO, hay un periodista que tuvo que sentarse en el banquillo de los acusados por una querella que le presentó uno de los más sanguinarios presos etarras que tenemos aquí al lado, en la cárcel de Huelva. Ni siquiera entonces vi tanta solidaridad gremial y corporativa como la que despierta en nuestra felizmente asentada democracia una querella del fascismo desdentado. Y para qué recordar el juicio que le ganó el director de la cabecera andaluza, Francisco Rosell, a denunciante tan cualificado como el presidente de la Junta, Manuel Chaves… Por eso abochorna tanta polvareda por un juicio puesto a huevo por la inhábil extrema derecha.


TAXIDERMIA ANDALUCISTA


La desaparición del PA del Ayuntamiento de Galaroza por la vía de los hechos –con el pase de los cinco miembros del equipo de gobierno municipal al grupo de los no adscritos– describe bien a las claras el ocaso del andalucismo en esta provincia y, por extensión, en la comunidad autónoma. No hará falta recordar que la vinculación de las siglas del nacionalismo andaluz con este municipio serrano es histórica, ya que la tradición democrática de las últimas décadas dictaminaba hasta ahora que los andalucistas o bien estaban gobernando o bien eran el principal partido de la oposición municipal cachonera. Los resultados de las elecciones de 2007 (con Antonio Sosa de cabeza de cartel) también constituyeron un hito: nunca antes el PA había rebasado el techo de los 600 votos, con el mérito que supone además recabar ese apoyo desde la bancada de la oposición. Pero hay más machadas del andalucismo en Galaroza. Por ejemplo: en las elecciones generales de 2000, el PA obtuvo allí el 32,47 por ciento de los votos, casi 19 puntos por encima del apoyo obtenido en Isla Cristina bajo el reinado de Francisco Zamudio. Ahí es nada. Como se verá, que ese grupo municipal coja el atajo para arribar al PSOE tiene que dolerle en el alma a la dirección provincial del PA y a todo andalucista que mínimamente se lo crea, porque de algún modo certifica su defunción ideológica.

Piezas Perdidas


1) ¿Cómo le ha sentado a la consejera onubense Cinta Castillo esa información de principios de semana publicada por El País en la que, sotto voce, altos dirigentes socialistas andaluces admiten que aún necesita un «periodo de adaptación» cuando están cerca de cumplirse ya ocho meses desde que prometiera el cargo? ¿Cuántos cientos de días de gracia necesita la titular de Medio Ambiente?



2) ¿Qué diputada se estrenó recientemente en el Parlamento andaluz teniendo que corregir –antes de proceder a la lectura de su intervención– a la presidenta de la Cámara, Fuensanta Coves, que confundió su segundo apellido con el de una acaudalada familia dedicada al mundo editorial e informativo a nivel nacional?




Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 7 de diciembre de 2008

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4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

No he comprobado sus datos, basicamente porque supongo que seran los correctos. Pero creo que en el coste tambien hay que indicar otros factores como la calidad del agua porque particulamrmente existen provincias que no son las deHuelva donde el agua deja mucho de desear (en ciertos lugares opto por la botella del super) mientras que Huelva capital y provincia tenia de las mejores

07 diciembre, 2008 14:37  
Blogger Manuel María Becerro ha dicho...

Los datos fueron recabados por la Junta de Andalucía. Si usted se fija, hay un enlace en el texto que recoge la noticia publicada por ABC al respecto. Pinchando ahí se amplía la información. Estamos hablando de precios medios provinciales, y ahí insisto que carece de sentido que Sevilla pague más barata el agua que Huelva. Saludos.

07 diciembre, 2008 14:43  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La realidad es que Cinta Castillo no está dando la talla en el cargo de Consejera de Medio Ambiente. Lo siento por ella, pero le falta entidad, capacidad y sobre todo, ganas, muchas ganas. Basta verla en cualquier acto público para darse cuenta de esto que digo, se la ve lejana, insegura, protegida por una ridícula capa de hieratismo e incapaz de salirse del guión. Yo creo que la Consejería de Medio Ambiente es lo suficientemente importante para decidir a nuestro Presidente Manuel Chaves a tomar una determinación antes de que acabe la legislatura: Si Cinta Castillo no cambia, si no da más de sí, habrá que nombrar a otra persona.

10 diciembre, 2008 18:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Una Consejera que no se ha adaptado al cargo a los dos ó tres meses, lo que se da al octavo mes es un gran batacazo. Y eso es lo que le está sucediendo a Cinta Castillo, se está dando el gran batacazo por la sencilla razón de que está perdida porque no tiene capacidad ni está preparada para el cargo que ocupa, cosa que es preocupante porque por culpa de su falta de liderazgo, actualmente la política medioambiental de la Junta de Andalucía va a la deriva y está sin rumbo.

11 diciembre, 2008 18:52  

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