19 junio 2008

Para buenos entendidos

«Todavía existen fábricas ganadoras. La fuerza de dichas empresas es tal que consiguen hacer frente al mercado de la mano de obra china porque trabajan con las grandes marcas. Velocidad y calidad. Altísima calidad. Las fábricas se hacinan en los sótanos, en las plantas bajas de las casas adosadas. En las naves de las afueras de estos pueblos de las afueras. Se trabaja cosiendo, cortando pieles, montando zapatos. En fila. Con la espalda del compañero delante de los ojos y la tuya delante de los ojos del que está detrás de ti. Un obrero […] trabaja unas diez horas al día. Los sueldos oscilan entre 500 y 900 euros. Las horas extraordinarias suelen estar bien pagadas. Hasta quince euros más respecto al valor normal de una hora de trabajo. Las empresas raramente superan los diez empleados. En las habitaciones donde se trabaja, destaca una radio o una televisión sobre una repisa. La radio se escucha por la música, y como mucho alguien canturrea. Pero en los momentos de máxima producción, todo está en silencio y sólo repiquetean las agujas. Más de la mitad de los empleados de estas empresas son mujeres. Hábiles, nacidas ante las máquinas de coser. Aquí, las fábricas no existen formalmente; ni siquiera existen los trabajadores. Si el mismo trabajo de alta calidad se legalizara, los precios subirían y dejaría de haber mercado, y el trabajo se iría fuera […]. Los empresarios de esta zona se saben al dedillo esta lógica. En estas fábricas no suele haber enfrentamientos entre obreros y propietarios. Aquí, la lucha de clases es más blanda que una galleta en remojo. En muchos casos, el patrón es un ex obrero, comparte las horas de trabajo con sus empleados en la misma habitación, en el mismo banco. Cuando se equivoca, paga directamente con hipotecas y préstamos. Su autoridad es paternalista. Se discute por un día de fiesta o por un aumento de unos céntimos. No hay contratos, no hay burocracia. Cara a cara. Y así se delimitan los espacios de concesiones y obligaciones que tienen el sabor de derechos y atribuciones […]. Todo esto crea una vida en común, hace realidad el sueño horizontal del posfordismo: hacer que obreros y dirigentes coman juntos, hacer que se relacionen en la vida privada, hacer que se sientan parte de una misma comunidad». Lo ha escrito el periodista italiano Roberto Saviano en su testimonial libro Gomorra. Por describir tan crudamente situaciones como ésta, lleva ya casi dos años viviendo oculto y con protección policial permanente ante la amenaza de acabar siendo liquidado por los hampones de la mafia napolitana. Por un casual, ¿les suena familiar ese tejido productivo, que se está demostrando como el mejor caldo de cultivo para las redes del narcotráfico internacional y toda suerte de corrupciones?


Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 19 de junio de 2008

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5 comentarios:

Blogger 5nocimiento ha dicho...

Manolo, exagerado eres hijo. Éste sería un libro metáfora de la Italia que vota al del pelo postizo y la cara planchá. Pero no tiene aplicación-comparación con nada cercano, no existen los talleres-fábrica destrás de ningún garaje. Tampoco en ningúna casilleta hay sonidos de máquinas aparadora. Nunca ví a ninguna furgoneta repartiendo material, ni por supuesto recogiendolo. Tampoco he asistido incrédulo al pago sin nómina, de emnumento alguno. Cercano a dónde tu y yo sabemos nunca ha pasado nada parecido. Nunca ha habido amenazas, de muerte, para callar...pero si sigue así la cosa, igual algún día, dios sabrá.

19 junio, 2008 08:48  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¿Porqué será que la foto que has puesto en este artículo me recuerda tanto a Javier Arenas?

20 junio, 2008 20:13  
Blogger Jota ha dicho...

Otra forma de explotar a la gente...pero mas refinada...lo digo por lo del "pret a porte"

21 junio, 2008 08:51  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Manolo, interesante el tal Saviano. Me envías por correo la editorial y el nombre de ese libro... me apetece leerlo. Saludos.

27 junio, 2008 12:43  
Blogger Manuel María Becerro ha dicho...

Hola, Paco. Ahora te lo mando por correo, pero por si hay más interesados el libro lo ha editado la editorial Debate. El libro se titula "Gomorra", va ya por la sexta edición y tiene una portada muy llamativa: fondo negro con unos cuhillos fucsia de Warhol. Aviso de que contiene algunas escenas brutales, no apta para gente feliz. Un saludo y gracias por los artículos adelantados.

27 junio, 2008 13:05  

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