El peor ejemplo

Ha dicho el jefe provincial de Tráfico, Andrés Sánchez Buenaposada, que «ni a Vito Corleone» le hicieron lo que a él. Para los despistados, Vito Corleone es Marlon Brando y Robert de Niro en la película El Padrino de Francis Ford Coppola, primera y segunda parte, respectivamente.

Sinceramente, no termino de ver la relación entre ese personaje de ficción original de Mario Puzo con la procelosa circunstancia en la que se verá envuelto durante meses o años Buenaposada, y yo que no me alegro. Don Vito no declara ni ante la policía ni ante el juez por sus crímenes, no sufre presidio ni el escarnio público; muere anciano y rico en un jardín mientras juguetea con su nieto (en la novela fallece de un infarto en brazos de Michael, Al Pacino, su sucesor al frente del clan). Sí lo tirotean en un ajuste de cuentas, pero por un asunto de familias... ¿A eso se refiere el máximo responsable provincial de circulación?

Muy mal símil el elegido, sin duda. Cinéfilamente imperdonable.