Cantó la gallina

Me alegra el día porque, en el colmo del cinismo, los responsables de prensa de la Consejería de Innovación han querido negar la mayor del veto a El Mundo. Cuando hace un par de tardes le reproché a Héctor Rodríguez la mentira matinal de Martín Soler porque sabía que el viernes de la semana anterior a algunos compañeros de otros medios les habían enseñado los papeles de Matsa con las lustrosas firmas de Chaves padre y Chaves hija, la respuesta del asesor de comunicación fue que «eso lo dices tú, no yo».
Ahora ya no lo dice un servidor, sino un redactor de los que fueron recibidos el pasado día 12 en la sede de la Agencia IDEA de una manera diametralmente distinta a la que me dispensaron a mí los mismos señores que defienden que sólo «hacen su trabajo» cuando siguen mintiendo a la opinión pública calificando la nula transparencia informativa demostrada en este caso como plena. ¿He de volver a llamar y a pedir cita otra vez para ver si, amén del cafelito, invitan definitivamente a El Mundo a ver los originales el expediente?
Ojo, que ya es palabra de marqués, no de becerro...
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