Aeropuertos en paralelo
No debiera pasar desapercibido –ni al medio millón largo de onubenses que aquí habitan ni a los más conspicuos representantes de la clase política provincial, a menudo confortablemente instalados en Babia– el fenomenal lío que está suponiendo el inicio de las operaciones de vuelo en el nuevo aeropuerto ‘Don Quijote’ de Ciudad Real, ése que lleva a gala lo de haberse convertido en el primer aeropuerto «privado» internacional del país y que se supone que inspiraba milimétricamente el proyecto aeroportuario ‘Cristóbal Colón’ que (al menos en la época de vacas hormonadas) impulsaba la Diputación de Pepe Cejudo. Se supone que este pasado lunes tenían que haber empezado a despegar y aterrizar en territorio manchego aviones comerciales, así que era de imaginar que allí acudieran prestas las autoridades competentes para inmortalizar el hito histórico. Pero resulta que de momento los únicos que se posan en la pista quijotesca son algunos gorriones cansados, de forma y manera que ahora mismo hay unos 300 operarios en plantilla de brazos cruzados y temiéndose lo peor. ¿El motivo de la inactividad? Pues algunos permisos medioambientales que el Gobierno central se muestra reticente en otorgar a los que juran y perjuran que han cumplido «con rigor» los requisitos de la declaración de impacto ambiental por su «profundo compromiso» con la avifauna ciudadrealeña. Cabe sospechar que quien no estará dando su brazo a torcer es algún funcionario de carrera que (a base de codos, flexo y cafeína) se ha hecho dueño y señor del sellito que hay que estampar inexorablemente en el borde del último papelucho de ese ingente expediente administrativo que también estamos en disposición de presuponer. Y no sé por qué me temo que ese fiel representante del cuerpo burocrático del Estado, que ni entiende de prisas empresariales ni atiende a consignas políticas, es el mismo señor (o señora, claro) que puede tener que dar su plácet dentro de ¿una década? al famoso aeropuerto ‘Cristóbal Colón’ que sigue anunciando cada equis tiempo la Diputación de Huelva, ahora por boca de Petronila Guerrero. De momento, podemos ver de reojo lo que está pasando con una inversión de 1.100 millones de euros en una ciudad que curiosamente calca a Huelva en el reparto político institucional: tiene una alcaldesa del PP (Rosa Romero), un presidente de Diputación socialista (Nemesio de Lara) y un jefe de Gobierno autonómico también del PSOE (José María Barreda), y nada: que no hay manera de que el «Ministerio amigo» se comporte con esa tierra. ¿Saben por qué? Sólo les recordaré lo que advirtió Ecologistas en Acción hace tres años, tras la marcha de la consejera de Medio Ambiente Rosario Arévalo: «Hay más motivos para que dimita por el tema del aeropuerto que por el incendio de Guadalajara».
Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 30 de octubre de 2008
Etiquetas: Cejudo, Diputación de Huelva
1 comentarios:
Creo que supones mucho, demasiado. La realidad es que el Partido Popular y sus periodistas afines están deseando que surja cualquier contratiempo en relación al aeropuerto para criticar al PSOE por ser el promotor de la idea. Son onubense de boquilla, que les importa un pimiento nuestra tierra y su desarrollo y lo único que les preocupa es medrar y trepar para lo cual, si es necesario, se venden por un miserable plato de lentejas.
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