Tras cinco horas con Mario

Quizá lo que más sorprenda de la entrevista dominical de Mario Jiménez en el Odiel es cómo el líder de los socialistas onubenses descarta de antemano que la actual portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Huelva, Elena Tobar, tenga la más mínima opción de llegar a ser cabeza de lista en 2011.
Cuando el redactor le pregunta cuándo se conocerá «el candidato» para la capital, el bravo parlamentario moguereño ni siquiera aprovecha las alarmas de la corrección política para reconvenir al periodista machote recordándole que nada impide que vuelva a ser una mujer la que opte a la Alcaldía de la ciudad desde las filas del Partido Socialista. Ni ese guiño fariseo recibe el ánimo de Tovarich, la fiel camarada que desde el primer minuto se ha mostrado tan predispuesta a hacer y a asumir todo lo que le pidan por y para lo que haga falta, como de hecho demostró ya abandonando al toque la fotogénica área de Cultura de la Diputación Provincial.
Si ha leído las declaraciones de Mario, Elena habrá de tener ya claro un par de cosas: que su futuro no depende en absoluto de la labor de oposición que haga (la excelencia se vuelve un reto absurdo en este caso) y que en política, como en la vida, no siempre alienta el aliento.
¿Por qué el PSOE no apostó por otra persona con más experiencia y labia para asumir transitoriamente la portavocía del grupo municipal? Lástima que no le preguntaran eso al entrevistado. Quién sabe si en un nuevo arranque de sinceridad termina advirtiendo, implícitamente, que confía en que no queden más de dos de los actuales concejales en los puestos de salida de la próxima candidatura.

El Real Madrid de Ramón Calderón y Amador Suárez es una magnífica referencia: la plaga de lesiones se combate fichando a gente que vuelva a relegar a la suplencia a quienes nunca debieron salir de ella.