20 marzo 2010

Test de inteligencia (política)

¿Qué respondería Zapatero si le preguntaran cómo se compatibiliza su tan cacareada Ley de Economía Sostenible con el proyecto del oleoducto de Alfonso Gallardo? Les doy tres opciones, a ver si aciertan.
A) El presidente del Gobierno afirmará que el tubarro aún es sólo un proyecto y que, caso de que se lleve a efecto, se hará preservando cuidadosamente todos los aspectos medioambientales.
B) Zapatero anunciará que tal infraestructura industrial está ya absolutamente descartada ante los riesgos que comporta y que han denunciado al unísono científicos de la talla de Ginés Morata y ecologistas.
C) El también secretario general del PSOE se limitará a arquear sus cejas más artísticas, sin miedo a que lo alumbren los focos televisivos. Y a otra cosa, mariposa.
Les puedo revelar la respuesta presidencial porque esa pregunta tuvo la ocasión de formulársela un servidor durante la rueda de prensa que ofreció ayer mismo el inquilino de La Moncloa junto al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, tras el Consejo de Ministros celebrado por la mañana en los Reales Alcázares de Sevilla.
Zapatero no quiere ni oír hablar de oleoductos, ni aclara si cesará en dos meses el vertido de fosfoyesos en la ría de Huelva, ni abre la boca en relación al futuro incierto de hoteles que aspiran a ocupar para siempre no ya la primera línea de playa, sino de mar, aun dentro de parques naturales supuestamente protegidos por la Administración autonómica, como El Algarrobico en el Cabo de Gata.
La respuesta correcta, por tanto, es la C). ¿Decepcionado, amigo internauta? Pues ya somos dos.

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1 comentarios:

Anonymous Sanmartín11denoviembre ha dicho...

Decepcionado? No. Después de haber presenciado estos últimos años de gobierno, no emplearía, en mi caso, ese término precisamente...

Pena siento por mi tierra. Indignación ante estos hipócritas trileros, vendedores de elixires mágicos.

21 marzo, 2010 02:26  

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