CAMBIOS EN LA LEONERA
El Rompecabezas Onubense
Las Piezas del Puzzle
CAMBIOS EN LA LEONERA
A estas alturas imagino que todo el mundo habrá visto ya entre una y mil veces la película de Disney El Rey León, que pasó a la historia de la gran factoría de animación por ser la primera basada en un guión netamente original y en la que se prescindía también de cualquier personaje humano, incluso en el plano más secundario. Es una fábula sobre lo que románticamente llamamos el ‘ciclo de la vida’ (que, una vez naces, la puedes espichar en el primer descuido, como resumiría un prosaico) y la encarnizada lucha por un poder aristocráticamente concebido, lo que dio pie a que algunos malpensados demócratas no dudaran en su día en acusar ardorosamente a los ideólogos del film de alentar entre los impúberes el servilismo más clasista y descocado, mediante una suerte de antónimo de la mítica rebelión granjera orwelliana que arrasaría primero en las salas de cine y a posteriori en su distribución hogareña con todos los formatos imaginables.
Ahora que se produce la renovación orgánica en el PSOE de Huelva, uno quisiera ver en Javier Barrero la mítica sensatez del rey Mufasa cuando exhortaba a Simba (¿Mario Jiménez?) con aquello tan limpio e irreprochable de que «debes respetar a todas las criaturas, desde la pequeña hormiga hasta el veloz antílope». Pero revisas la película (les emplazo a hacerlo a los que encuentren este comentario absolutamente gratuito y en nada preciso) y resulta que el dibujito que más se parece físicamente al secretario general saliente es, sin duda, el del tío Scar, que es quien maquina desde su cueva un plan para derrocar –con la ayuda de las hienas– al genuino monarca de la selva, que los nostálgicos del guerrismo identificarán rápidamente con Carlos Navarrete, ¿verdad que sí?
Una cosa parece clara: el más viejo león del socialismo onubense seguramente no reconocería de buen grado como hijo y sucesor al bronco parlamentario moguereño, sobre todo por una cuestión nada menor desde el punto de vista ideológico como es el dineral extra que ha ingresado durante años y años como vicepresidente de El Monte, un hecho contable que los clásicos del PSOE choquero –y hasta más de un moderno dirigente decoroso– entienden incompatible con el liderazgo orgánico de un partido que se llama de izquierdas, independientemente de que todos convengamos que en pleno siglo XXI y tras 30 años de hegemonía o casi monopolio institucional hay que relajar muy mucho las formas y los discursos, so pena de incurrir en infinidad de contradicciones flagrantes. Porque «la verdad es tan relativa» como apuntó el tío Scar antes de caer por el precipicio (¿viva la vengativa pena de muerte, niños del mundo occidental?).
En definitiva, que uno ve El rey león y duda a la hora de repartir unos papeles tan maniqueos en plena sucesión del PSOE de Huelva. Hay por el contrario quienes temen que a partir de ya se vea con claridad que Barrero era simplemente el señor Jones que nos legara Orwell, y que una vez huido de esta granja sean los ejemplares políticos menos indicados los que acaben estableciendo los nuevos mandamientos, que decretarán quiénes son amigos y quiénes enemigos. Aquella revolución de las bestias desembocó en este apotegma: «Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros». Ojo con eso.
Difícil de Encajar
PROMESA INCUMPLIDA
Desde abril, cada vez que lo veía en el Parlamento me daba su palabra de que me concertaría una entrevista con Cinta Castillo antes de que finalizara el presente mes. Hablo del compatriota valverdeño Pepe Fiscal, el jefe de gabinete de la consejera de Medio Ambiente. La última ocasión en que nos saludamos fue el fin de semana pasado en Granada, en un intermedio del XI Congreso Regional del PSOE. «Tengo todavía dos semanas y media de plazo, ¿no?», calculó con exactitud. Pero hete aquí que el miércoles me llama el nuevo responsable de prensa de Cinta para apuntarme que en esta semana que queda antes de las vacaciones agosteñas será imposible que me concedan los 20 minutillos de rigor, así que volverán a ponerse en contacto conmigo a partir de septiembre. También en estos siete días me he encontrado con obstáculos insalvables y agendas cruzadas que imposibilitan hablar incluso por teléfono con Si Lahbib Chebbat, el marroquí que ha incorporado Chaves a la dirección regional del PSOE, de modo que el tufo a cuerno quemado ya es irrespirable. ¿Tiene uno que asimilar profesionalmente ese oscurantismo de la política comunicativa de los socialistas, que sólo posan y hablan para los medios propios o afines para decir lo bien que se sienten?
DIGRESIÓN CINÉFILA
Leo las últimas noticias sobre el antiguo hospital Manuel Lois y me viene a la memoria una película de terror atmosférico de hace siete años titulada Session 9, que ganó el premio a la mejor dirección en el Festival de Sitges. Peter Mullan, el protagonista de la inolvidable Mi nombre es Joe de Ken Loach, se compromete a dejar limpio de amianto un centro hospitalario estadounidense en un tiempo récord de una semana, un tercio de lo técnicamente recomendable. Con una cuadrilla de cinco hombres, empiezan los trabajos en las salas y pasillos de lo que en su día fue un manicomio que lleva clausurado 15 años, con la presión de la hora y el acojone propio del sitio en el que toca faenar. Me callo el final por si la pueden encontrar algún día. Lo que quería decir es que esa película se rodó con cuatro duros y en tan sólo 20 días, y el que la vea o la recuerde (sale David Caruso, el Horatio de CSI Miami) sabrá que el escenario es calcado al que han tenido inutilizado durante años justo en frente los vecinos de Federico Mayo, para alegría de cualquier cineasta y guionista de miedo. Pero aquí el único que le sacó punto a la Dama de Blanco es Iker Jiménez y su Milenio Tres. A lo mejor es que la Administración pública y el cine es todo uno en España, ¿no?
Piezas Perdidas
1) Golazo de la plataforma antioleoducto a los partidarios de que el tubarro de Alfonso Gallardo horade de norte a sur nuestra provincia. Es magnífico eso de que la gente visualice en la misma semana al ugetista Luciano Gómez quedándose solo frente a plumas como las de Luis Landero, Elvira Lindo, Vicente Verdú, Fernando Marías, Rosa Regás, Espido Freire, Martín Casariego o Antonio Gamoneda; a actores como Echanove o Juan Diego; a cantantes como Manolo García y Bebe; a naturalistas como Joaquín Araújo, Jesús Garzón, Odile Rodríguez de la Fuente o José Santa Marta; a estudiosos como el catedrático José Antonio Corraliza o el científico del CSIC Guillermo Seves Reher; a plumillas como Eduardo Sotillos, ex portavoz del Gobierno con Felipe González; o a socialistas de toda la vida como el ex alcalde de Mérida Antonio Vélez. ¿Echan de menos a alguien? Porque, aunque pocos, hay artistas y políticos de la izquierda onubense que siempre se mojan. Y no sólo para «reclamar la alegría».
Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 20 de julio de 2008
Etiquetas: Cinta Castillo, Ecologismo, PSOE de Huelva
4 comentarios:
Ofende quien puede, no quien quiere. Al final va a resultar verdad que eres un resentido.
"Aquel que puede soportar con firmeza las grandes ofensas puede también vengarlas". Séneca.
querido manolo; te informo que doña Petronila ha cambiado de nuevo de asesora y ahora es Charo Toscano la que sucede a Feli que se vuelve ala subdelegación.(no sabemos is sus hijos heredarán este puesto).
Lo mejor de todo es que esta sñora Charo es socia de la empresa de comuniación que más le factura a la Diputación en la que está también su marido. estos es un cachondeo
¿Pero usted, está a favor o en contra de la actual industria química en Huelva? ¿Conoce la postura del Alcalde al respecto? Es que no acabamos de enterarnos.
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