19 septiembre 2006

Cuidadín

Poco o nada le está agradando a la directiva del Recreativo de Huelva la actitud mantenida por el técnico del primer equipo, Marcelino García Toral, uno de esos culos del mal asiento (pregunten si no a la gente del Sporting Gijón, donde lo conocen muy bien) al que me atrevería a vaticinarle que no terminará el año dirigiendo al Decano si no espabila bien pronto. Lo último ha sido la alineación del pasado domingo contra un rival directo como el Levante del ahora reforzado López Caro: ¿dónde estaban esos fichajes que el entrenador exigió a gritos durante la segunda quincena de agosto? Desde luego no en el once titular, copado por la base del año pasado (cinco jugadores de la plantilla de la 2005/2006) y las primeras contrataciones de la pretemporada, ésas que el mister decía con la boca llena ante los micrófonos que no bastaban para salvar al equipo del descenso. Los reputados delanteros Javi Guerrero y Sinama-Pongolle empezaron el partido en el banquillo, que es el único que parece haber ganado en profundidad tras este par de fichajes de consideración al menos en términos presupuestarios. Descartada de antemano la posible alineación de Juanma por la consabida cláusula en la condiciones contractuales de su cesión, resulta que tampoco los defensores Beto y Pablo Amo hicieron acto de aparición sobre el césped del Nuevo Colombino, y eso que los cuatro refuerzos citados se supone que llevan ya dos semanas y algo entrenándose con sus nuevos compañeros tras venir de hacer las correspondientes pretemporadas con sus equipos de origen. ¿Ninguno está en condiciones de asumir la titularidad en este Recreativo? Muchos otros clubes apuraron también a las últimas horas del plazo reglamentario para completar sus equipos. Sin ir más lejos, el propio Levante, que lleva ya dos jornadas saliendo de inicio con el brasileño Zé María de lateral derecho y con el mediocentro francés Berson. Pero es que en el mismísimo Real Madrid Diarra era insustituible a las 24 horas de aterrizar en la capital del España. Y en el Betis, por no irnos muy lejos, los aficionados ya bendicen la sencillez del fútbol que practica el suizo Vogel o el gol del ex del Internacional de Porto Alegre Rafael Sobis pese a contar ambos con menos entrenamientos acumulados que cualquiera de las nuevas caras del Decano. ¿Qué pasa aquí? ¿Los que a 31 de agosto no eran lo suficientemente buenos como para poder soñar con la permanencia en la Primera División van a ser los que tengan que sacarle las castañas del fuego al Recre? ¿A qué venían entonces las amenazas de darle al pico si no le traían a más gente? Cuidadín, Marcelino; que ni a Mendoza ni a la afición les falla la memoria.
Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 19 de septiembre de 2006

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