Tutti frutti político

Sigue muy entretenida la actualidad política provincial tres semanas después de las elecciones municipales. Ahí está, por ejemplo, la reordenación lampedusiana del PSOE onubense, personificada en el recambio de Pepe Cejudo por Petronila Guerrero al frente de una Diputación de la que desaparece de la noche a la mañana Manuela Parralo, nuestra particular Ségolène Royal, esa mujer que estuvo ejerciendo de facto como presidenta en la capital desde el mismo día en que le contaron a Pepe Juan la verdad y la impusieron como cabeza de cartel. Al final, para quedarse tan sólo con una portavocía del grupo municipal que perfectamente podría haber empezado a ejercer desde finales de 2006 o, si me apuran, desde el mismo 2003. ¿No dice Díaz Trillo que ahí es donde tiene que estar la persona que aspire a acabar con los 16 años que van a ser de gobierno del PP? Entonces, ¿a qué vino ahorrarle durante siete meses tantas lágrimas y tantos sudores más o menos fríos en los plenos municipales, señor secretario general? Puede que huelgue esta otra pregunta, pero ahí va también, para el pack de la autocrítica del PSOE capitalino: ¿estaría ocurriendo esto mismo si el partido hubiera sumado un concejal más y amenazara realmente la granítica mayoría absoluta de Pedro Rodríguez? Pero sigamos recorriendo la actualidad política, que da para muchos más comentarios. Sin ir más lejos, hablemos del desmadre andalucista, del sálvese quien pueda como consigna entre los compañeros de filas, el de las ninguneadas «ratas» de la dirección provincial viendo cómo se hunde la «barquita» con la que también se habría ahogado Miguel Romero y los cortes de manga de ese ratón colorao llamado Paco Zamudio que se lleva el único salvavidas que le ha regalado temerariamente el nuevo patrón costero, Pepe el de la Punta. A Ernesto Abel Herrera no le echan cuenta ni en la Cuenca Minera, donde lo pierde todo el PA y sólo gana Pedro Gallego, el hombre que hasta hace unos días seguía diciendo que Riotinto había pedido un cambio que, claro está, pasa por mantener a la socialista Nuria Hernández como alcaldesa, ¿verdad? Luego está IU, que a ver cómo justifica la reedición de su pacto con los socialistas en esta provincia. ¿Con el acuerdo de Antonio Marín en Cortegana, donde llevaban cuatro años aguantando mecha? Falta sólo que pongan al ex diputado y ex alcalde de Bollullos Francisco Javier Camacho (el que todo lo pierde) de coordinador provincial, para que más de una asamblea pegue el portazo que soltó el nuevo alcalde de Lucena, Manolo Mora, el tránsfuga más listo del «pacto de progreso». ¿Y qué me dicen del PP? ¡Ni que el salón del Tinell estuviera en el Conquero!

Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 20 de junio de 2007