21 enero 2008

La maldición bíblica del PP

Una de las cosas más inquietantes en el PP de Huelva es el desconcierto reinante siempre que, por los rigores del calendario, toca armar listas electorales, ya sean para la capital o cuando Chaves hace coincidir los comicios autonómicos con los generales. El descoloque de los dirigentes populares onubenses se antoja tan puro, tan sincero, tan sin destilar que bien parece esto antes una pura lotería que un proceso de elección racional entre los mejores hombres y mujeres en liza para defender como mejor puedan y sepan el interés general ciudadano. A estas alturas de la película democrática, debería considerarse técnicamente intolerable el seguir operando de manera tan improvisada, pero a ver cómo le explicas que esto es un error de bulto a unos estrategas a los que les va el pan en estos cálculos que tratan de afinar al máximo; cómo les haces ver que están destrozando a pedradas su propio tejado a quienes son sin duda los más interesados en acertar en los tiempos, las formas y el contenido a mes y medio de la cita con las urnas... No sé si coincidirá el lector conmigo, pero creo bastante probable que la hegemonía socialista en esta provincia venga marcada también por detalles como éste de la elaboración de candidaturas. Los futuros parlamentarios y diputados del PSOE llevan inmersos en la precampaña desde hace un mes, con Cinta Castillo, Javier Barrero y Pepe Cejudo (el número uno del aparato al Senado) convocando diariamente a los medios de comunicación hasta para inmortalizar el momento en que llegan a sus casas a comer. Por el contrario, los elegidos del PP desconocían plenamente ayer al mediodía si a lo largo de la tarde-noche les llamarían al móvil para darles la buena nueva o transmitirles el más sincero pésame de parte de la dirección provincial y regional del partido. Y así siempre, cada cuatro años, como una maldición bíblica que también los tiene que condenar justo ahora, cuando los más optimistas quieren adivinar en las encuestas que podrían luchar hasta por el quinto diputado en la hipótesis de que Valderas se vaya a pique en el revuelto río provincial de Izquierda Unida, principalmente porque el PSOE se dispone a asolar dos de los históricos graneros de votos de la coalición: Bollullos y Valverde. De modo que vienen los populares de divertirse de lo lindo a cuenta de los navajeos socialistas que han postergado al número cuatro al consejero Isaías Pérez Saldaña, y resulta que al final ellos vuelven a recurrir a la ruleta rusa para definir quién entra, quién sale y quién se queda confortablemente en su escaño. En este sentido, hay quienes dicen que el mutismo de Pedro Rodríguez, más que sintomático, está resultando definitorio.


Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 22 de enero de 2008

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Querido Manolo, lo del PP de Huelva no es improvisación sino que así funciona la mesa camilla en que Arenas ha convertido al Partido. Al final, más de lo mismo: los candidatos son los amigos de Arenas y el resto, adios muy buenas, a pesar de los méritos que hagan. Ten por seguro que con esta lista el PP pierde de largo las elecciones en Huelva. A estas alturas repugna votar otra vez a Matias Conde y a José Luis Rodríguez.

23 enero, 2008 20:17  
Anonymous Anónimo ha dicho...

El retraso del PP de Huelva en informar sobre las listas tiene una explicación muy fácil: así evita ser durante semanas el hazmereir de todos por lo rídiculo de los candidatos que presenta. Otra vez Matías Conde (un político que no tiene nada, absolutamente nada que ofrecer), otra vez José Luis Rodríguez (otro al que ya ni quieren ver por su pueblo) y otra vez Fátima Báñez (otra que no hace nada y que está por invitar a sus latifundios a matar perdices a Javier Arenas). ¡Viva la democracia!

24 enero, 2008 19:17  

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