Una comarca para analizar

Pormenorizado habrá de ser el análisis de los resultados electorales del próximo domingo en la comarcas andevaleña y minera. Tanto los máximos responsables de las distintas formaciones políticas como los analistas provinciales tendrán que hilar fino para adivinar si, en efecto, estamos ante el inicio de un posible cambio de tendencia entre el electorado que históricamente se ha demostrado más fiel al PSOE dentro del conjunto del territorio onubense, y cuya primera evidencia estaría fechada el 27 de mayo. El hecho cierto de que en las últimas municipales el partido de Javier Barrero perdiera sus mayorías absolutas en Nerva, Riotinto y Campillo (aunque luego se salvaran dos de las alcaldías en la mesa de negociación, entre otras cosas por el amateurismo de una IU y un PA que aún podrían volver sobre sus pasos) puede ser el síntoma de que algo realmente no marcha del todo bien en la zona para los intereses socialistas, de que alguna pieza principal de esa maquinaria que siempre ha ido como la seda puede haberse desprendido de forma accidental y estar obstaculizando la producción en cadena de votos a la que estamos acostumbrados por estos lares. Nadie en su sano juicio duda de que en cuatro días el PSOE va a ser la fuerza más votada en el Andévalo minero, nuevamente y de largo; pero insisto en que hay que estar muy atentos al trecho exacto que le vuelve a sacar a nada más que unas siglas (es lo que sigue siendo el PP en la mayoría de esos pueblos) y a los datos de abstención y de votos nulos o blancos que se puedan registrar en algunos municipios señeros. La gran esperanza de los socialistas es que se prolongue hasta lo empalagoso el dulcísimo momento político que vive Pepe Cejudo en su Valverde natal, donde el alcalde se presenta por vez primera al Senado. Pero también los populares han aupado a la vecina Loles López Gabarro hasta el número cuatro de su lista al Parlamento, y apelan a la inteligencia práctica de un pueblo que siempre ha demostrado ser muy consciente de la importancia de tener a cuanta más gente de la localidad mejor en los principales centros de poder. El fraude de la 435, ésa que hasta en plena campaña nos promete Mario Jiménez para dentro de una década, debería pasar factura a los que hace cuatro años exigían «para hoy» el desdoble; igual que aquella mentira oficial con la que, a fuerza de Photoshop y poca vergüenza, la Junta trató de reducir la gravedad mayestática del incendio de Riotinto de 2004. Menciono sólo dos hitos que pesan en la conciencia ofendida de una comarca que el 14-M votó en bloque al PSOE sin sospechar que a estas alturas Zapatero aún no se habría asomado por aquí ni para darnos las gracias.

Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 6 de marzo de 2008