23 octubre 2008

Alternativas a la escabechina


¿Ha dado orden Javier Arenas para que se hagan todos los esfuerzos posibles hasta alcanzar un pacto de integración antes del congreso provincial del PP entre las dos candidaturas en liza, la oficialista encarnada por el alcalde de Lepe, Manuel Andrés González, y la alternativa encabezada por Carmelo Romero, el regidor de Palos de la Frontera? Al menos eso es lo que parece desprenderse de los comentarios que viene lanzando en los últimos días el líder regional de los populares en sus encuentros con la prensa sevillana, donde presume de que en siete de las ocho provincias andaluzas esté garantizado ya que concurrirá una sola candidatura a los cónclaves de dentro de un mes y donde literalmente agrega que «a ver qué pasa con Huelva, porque todavía hay tiempo para buscar alguna solución». Arenas –como todo político de fuste– es ante todo un pragmático que lo que carbura siempre son estrategias ganadoras, bien diseñadas y mejor ejecutadas. En clave onubense, hay obviamente sólo dos opciones encima de la mesa: el encuentro o la confrontación, ambas con sus evidentes desventajas. Porque es verdad que a día de hoy se antoja imposible confeccionar una lista de consenso que pueda contentar a todos los segmentos del PP de aquí (hablo, esencialmente, de los principales dirigentes y sus cuitas) y porque el cuerpo a cuerpo congresual no es que te pueda dejar alguna que otra inelegante cicatriz muy difícil de ocultar luego a simple vista, sino que a menudo implica amputaciones en el improvisado campo de batalla (cuando no decapitaciones directas) que pueden invalidar a más de uno para la actividad política el resto de su vida, con el histórico problema de efectivos que mantienen los populares en su metafórica guerra de fondo con el PSOE huelvano y andaluz. Ya en los comités locales celebrados hace unos días para elegir compromisarios y medir de paso las fuerzas de los respectivos contendientes, a más de un aprensivo militante se le ha puesto la cara lívida viendo los efectos de algún hachazo certero y bien dirigido entre los oponentes en liza, y hay que ser muy fanático del gore (me refiero al género cinematográfico, no a Al Gore) para querer plantear o visualizar esa encarnizada batalla a nivel provincial cuando además el PSOE está resolviendo en paralelo una crisis municipal de aúpa, en la que (cuando no queda otra salida) los disparos se disimulan con el silenciador militante y mediático. ¿Es Arenas el más consciente entre los dirigentes del PP de que no se puede mantener el grado de tensión orgánica actual, porque toda escabechina tiende naturalmente al exceso y eso es exactamente lo que menos falta le hace al centro-derecha provincial a día de hoy? Tengo la impresión de que es el caso.



Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 23 de octubre de 2008

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

En pocas palabras, que las elecciones internas del PP son una pura farsa y al final lo que importa es quien va a ser nominado por el dedo de Javier Arenas, en este caso el alcalde de Lepe, Manuel Andrés. Este partido cada vez va a menos, desde que se marcharon Nieves y Báñez quedó fracturado, partido por el eje, y eso no lo arregló ni el inefable Curro Pérez (un títere de Pedro Rodriguez) ni el alcalde de Huelva Pedro Rodríguez (presidente solo para figurar), y no lo va a arreglar Manuel Andrés (un tío gracioso, pero sin prestigio ni capacidad para crear partido).

31 octubre, 2008 08:43  

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