05 febrero 2009

¿Y el fascismo latente?


Curiosísima crónica hoy en Odiel sobre el último pleno de la Diputación de Huelva. En un destacado, se alude sucintamente a la «polémica de medios» generada durante el debate de una moción que exigía ese reparto ecuánime de la publicidad institucional que, al menos desde esta mañana, hay que concluir que defiende la cabecera de Alfonso Gallardo pero sólo para el Ayuntamiento de la capital.
Afirma la redactora, textualmente, que «los populares acusaban a la Diputación de beneficiar a los medios afines»; o sea, que ni la periodista se rebrinca ante la acusación del palmerino Francisco Riquel, porque no entrecomilla el exabrupto y, por tanto, lo admite plácidamente.
Por cierto: se está ocultando al lector (y me temo que se haya hecho involuntariamente) que IU y PA votaron a favor de imponer criterios objetivos en el reparto publicitario y que, en consecuencia, esto no es algo que se circunscriba a la pugna eterna PSOE/PP.
Lo que no creo que sea tan inconsciente es la última frase del cuadrito. «Caraballo replicó con la financiación del PP a Antena Huelva, destapada por Odiel Información, afirmando que 'al PSOE nunca se le verá en una tertulia con neonazis y, mucho menos, la subvencionará'». ¿Destapa el periódico 24 horas antes de la sesión plenaria para que Caraballo pueda replicar? Es una duda más que razonable.
Pero les pregunto a ustedes, seguidores de este blog y críticos donde los haya: ¿qué es más interesante oír de boca del portavoz del PSOE en la Diputación? ¿Que para nada le gusta esa tertulia que los telespectadores socialistas siguen con fruición cada semana o que [en alusión a EL MUNDO Huelva Noticias] «no vamos a entrar al trapo de un periódico que difama y que supera los límites del decoro y de la decencia, confundiéndolos con el insulto y el todo vale»? ¿Cómo es posible que en una crónica política se redunde en lo obvio y no se resalte tan extraordinaria y profunda acusación, tan fascista o más que los postulados de Democracia Nacional?
Las cuentas claras: Odiel se indigna porque al periódico en el que colaboro el Ayuntamiento de la capital le dio más de 180.000 euros en 2008, mientras que a ellos, que ingresan el triple (600.000 euros anuales) de la Diputación Provincial, desde el equipo de gobierno de Pedro Rodríguez sólo les dieron «cantidades simbólicas» que siguen sin precisar. A Huelva Noticias, ahora con Petronila Guerrero y antes con Pepe Cejudo, el Ayuntamiento de los ayuntamientos onubenses le viene prorrogando año tras año cero euros prácticamente desde que arrancara el proyecto editorial, en un alarde de simbolismo muy pero que muy preciso.
Hay que ser cínicos y más sectarios que nadie para atacar a «los 'amigos' de 'El Mundo'» por este flanco.

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5 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

...reparto ecuánime de la publicidad institucional... es la frase que mejor encierra el concepto que te tengo de eufemismo. Aunque también hay otros eufemismos que me llamar a risa: cuarto poder.

05 febrero, 2009 13:09  
Blogger Manuel María Becerro ha dicho...

Es una auténtica pena que suene eufemístico. Pero al menos se puede convenir lo que no cabe dentro del concepto ecuanimidad. No puede ser que haya un periódico de tirada provincial que no reciba ni un céntimo de la tarta publicitaria que sí se reparte entre otras cabeceras provinciales. Eso es directamente ilegal, aunque sea cierto que el que quiera que le den la razón puede ir por lo contencioso-administrativo y sentarse a esperar pudriéndose (ahí actúa la Administración pública como los encargados del césped de un mal equipo de fútbol: lo han regado de descuidos hasta provocar un barrizal en el que es un milagro que de vez en cuando ruede la pelota y recaigan sentencias firmes al cabo de décadas). Creo que a eso se le llama definición negativa de un término: excluyendo lo que no es. Se utiliza con frecuencia en el arte o la cultura. ¿Qué es pintura pop, por ejemplo? Hay quienes se decantan siempre por aclarar directamente qué no se puede encuadrar bajo ese título.

Sobre el cuarto poder: coincido contigo que se presta a la carcajada eufemística. Pretencioso como poco es. Más aún cuando procede de la prensa que nadie normal lee. Antes un político caía por una portada trapera de periódico. Ahora decide el 'aparato' quién tiene que caer, es el partido el que filtra el dossier a la prensa amiga y el político dimite con la única duda de quién será el compañero joputa que se la ha metido doblada. ¿Por ejemplo? Recuerdo el caso del antiguo líder de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla. Octubre de 2007. El cuarto poder, en cuanto que gregario, podrá ejercer pero nunca serlo.

05 febrero, 2009 14:01  
Blogger Unknown ha dicho...

... creo más en la subvención que en la publicidad institucional, porque la creo una idea que flirtea con la propaganda electoral... Y estoy contigo, desde luego, exijo la ecuanimidad...

05 febrero, 2009 21:09  
Blogger Manuel María Becerro ha dicho...

Hay un ejemplo palmario que ambos conocemos bien: Facanías. Había una especie de subvención consistente en 100 ejemplares enviados a modo de regalo a los valverdeños emigrados. Después de muchas vicisitudes (transcripción del acuerdo, ruptura del mismo, contrato tras meses de incertidumbre), ahora el Ayuntamiento abona a cambio de la publicidad que ya no paga, y así se garantiza anuncios institucionales y autobombo mes a mes. El problema es quien tiene la cartera y, porque paga, exige. Y lo curioso quizá sea de lo que son capaces ciertos ex directores de revistas con sus antiguas publicaciones, ¿no?

05 febrero, 2009 23:47  
Blogger Unknown ha dicho...

... en ello pensaba precisamente, el caso de Facanías fue transparente, ¿no te preguntas cómo será ahora? Yo sí,

06 febrero, 2009 14:50  

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