El gobierno socialista de la Diputación se arrepentirá de este pecado capital del hotel París en distintas fases. Primero ha perdido la batalla de la opinión pública, la cual sin embargo no preocupa tanto al PSOE, por tratarse de un órgano de segunda elección en el que el votante sabe que no puede quitar ni poner directamente presidentes y, por tanto, no puede castigar abusos suntuarios como éste o como aquella rociera Casa de la Provincia que quedó en la hemeroteca de los despropósitos con
Manuela Parralo luciendo el traje de faralaes ante los niños de
Don Diego y su paella. El segundo problema, inmediato, es la negociación emprendida con los sindicatos del nuevo convenio colectivo: a ver cómo les explicas tú a la gente de UGT y Comisiones Obreras que hay que apretarse el cinturón y solidarizarse a la baja con el resto de los curritos de la provincia y del país cuando se está gastando dinero a espuertas por el morbazo de poner tus banderas oficiales en la plaza de Las Monjas. Tercera cuestión: dejas al PP cancha libre para tontear también con mudanzas varias en el momento que le dé la real gana, bendiciendo además todo el secretismo con el que quieran mover sus bártulos y discos rígidos... El problema del dispendio son sus sinergias, esto es, que no se sella de un día para otro esta nueva grieta en el dique de la menguante recaudación pública.
De 'El Rompecabezas Onubense', publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 15 de marzo de 2009
Etiquetas: CCOO, Diputación de Huelva, Gibraleón, Manuela Parralo, PP de Huelva, PSOE de Huelva, UGT
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