Los excesos de dignidad

Ha perdido Manuela Parralo la gran oportunidad de abandonar por la puerta de atrás la política local para entrar en el Congreso de los Diputados o el Parlamento andaluz por la puerta grande. Por supuesto que cuenta con los mejores asesores y que indiscutiblemente éstos serán los que la habrán aconsejado que siga ahí, liderando la distraída oposición al popular Pedro Rodríguez mientras Petronila Guerrero es quien se hace la foto con la ministra Magdalena Álvarez de la futura estación del AVE, para seguir engordando el álbum de cara a la campaña electoral de 2011. Al PSOE le ocurre con el Ayuntamiento de Huelva lo que al PP con la Diputación o la Junta de Andalucía: que creen que les terminarán cayendo en las manos por pura madurez democrática, que cualquier día los ciudadanos se cansarán definitivamente de tanta tramoya institucional y tanto impresentable y bastará con estar bien situado en el partido de la alternancia para poder llevarse a la boca el fruto más apetecible. Parralo se presentó a las elecciones del 27 de mayo diciendo abiertamente —creo que en El País— que perder en ningún caso podría entenderse como un fracaso. No es que le fallara el subconsciente, sino que sus ojos estaban puestos desde un primer momento en la siguiente cita electoral, la de dentro de tres años y pocos meses, cuando aún a día de hoy confía en que Perico haya renunciado ya a perpetuarse en el poder y todos los sondeos concluyan que el Consistorio está a tiro para los del puño y la rosa. Mi impresión es otra bien distinta: que Perico no se va a ir a su casa hasta 2012 o 2013 (muchos lo convencerán, con razones de peso, de que haga un último esfuerzo), pero en el PSOE siguen confiando en que ese paso atrás lo dé antes. Sería el único modo de que Manuela tuviera alguna opción frente al sucesor o sucesora de Rodri. El problema es que, en cuanto a número de votos, se comprobó fehacientemente hace siete meses que Parralo aporta un plus insignificante respecto a Pepe Juan Díaz Trillo. Y, desde entonces hasta ahora, la única vez que ha logrado acaparar titulares unánimes de prensa ha sido por el robo de su casa en Aljaraque, cuando casi le dio un patatús. Otros grandes derrotados electorales socialistas, como la malagueña Marisa Bustinduy, no se lo han pensado dos veces a la hora de aceptar ir en la lista al legislativo andaluz, aun a costa de tirar la toalla en lo municipal. Manuela no renuncia a sus ambiciones iniciales, pese a que el alcalde no se va a mover y donde sí que hay movimientos alternativos es en el PSOE. Era un buen momento para huir. Pero hay quienes asumen su calvario con un exceso de dignidad, sin percatarse de que sólo son el chivo expiatorio de todas las culpas.

Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 27 de diciembre de 2007