Mi amigo Francisco Javier Camacho, diputado provincial de Carreteras con el PSOE y portavoz de la oposición en el Ayuntamiento de Bollullos contra el PSOE, aseguraba el lunes que su partido, Izquierda Unida, no se va a achantar tras el guantazo salarial de Pepe Cejudo a Paco Díaz Ojeda y José Luis Pérez Tapias. Esto es, que la coalición terminará presentando una moción para que el equipo de gobierno socialista bollullero explique por qué se ha permitido que un vecino destine a residencial una parcela de 440 metros cuadrados subastada por el municipio para su uso comercial. Decía, insisto, mi amigo Camacho que firmarán a medias con el PP —de mi también amigo Francisco Martín Carrellán— la petición formal de explicaciones «porque no hay duda de que nosotros también queremos que se celebre ese pleno», pero añadía que su grupo aún no ha firmado el documento redactado por los populares porque lo estarían analizando detalladamente y «pretendemos incluir un nuevo punto; por eso no hemos decidido todavía quiénes lo van a firmar». ¿Un nuevo punto? ¿Para qué? ¿No se va a pedir simplemente la relación de motivos que han llevado a los responsables urbanísticos a consentir este cambio de usos a favor de un particular? ¿Qué análisis o alternativas semánticas requiere esa redacción? Últimamente tampoco me llevo mal con Carlos Sánchez, ese alcalde capaz de acabar para siempre con los pocos discípulos que le van quedando a Valderas gracias a la ayuda de los mandamases de la Junta de Andalucía y el doble filo del «pacto de progreso». Me ha dicho, y no tengo por qué dudar de ello, que no tiene miedo ninguno ante esta denuncia político-urbanística porque realmente todo tendría una explicación plausible. Pero más tranquilo tiene que estar el primer edil leyendo que Camacho hay días en que ni se nos pone al teléfono para dar respuesta a las inquietudes de una parte importante de la asamblea local de IU. Recuerdo ahora una conversación con un alto dirigente provincial de la coalición en la que subrayaba el valor estratégico de las bases izquierdistas en Bollullos y Valverde. «Ése es el partido en Huelva», concluía mi interlocutor y amigo. Y resulta que en Valverde la asamblea ya prácticamente ni existe gracias a ese hombre útil llamado Francisco Rodríguez Donaire y en Bollullos los militantes le exigen a Camacho que no demore por más tiempo esa moción inevitable. Atentos pues a ese párrafo de añadidura que promete la dirección de IU para suscribir la propuesta redactada por el PP, porque puede ser la mejor «literatura de progreso» que se haya escrito nunca.
Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 2 de febrero de 2006
Etiquetas: Bollullos, Cejudo, Diputación de Huelva, IU, Pedro Rodríguez, Sierra, Valverde
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