PARRALO Y LAS FALDITAS CORTAS
LAS PIEZAS DEL PUZZLE
Parralo y las falditas cortas
El progenitor internauta recuerda divertido una anécdota del mandato de la verdadera princesa de la política onubense que quizá pueda resultarle algo chocante a muchos de sus futuros votantes. Y es que, con ella al frente del claustro de profesores del instituto, se adoptó la decisión de prohibir a las alumnas que pudieran acudir a las clases en minifalda, una orden verbal que –me aseguran– provocó algún sonoro cabreo sobre todo entre ciertas muchachas y algún que otro padre atónito ante las atribuciones que se irrogaba la dirección de un centro público y laico a carta cabal.
Yo siempre había escuchado este tipo de cosas de centros privados –de Primaria y Secundaria– dirigidos por hombres confesionales y mujeres abotonadas hasta el cuello, ciertamente preocupados por los centímetros de tela que salvaguardaran de la concupiscencia las dignas pantorrillas de las quinceañeras de hoy y madres del mañana. Pero, lo que ya de por sí chirría en las aulas más opusdeianas, resulta cuanto menos impropio en un instituto pagado al ciento por ciento por la Junta de Andalucía y regentado, encima, por una señora tan lucida siempre de sus modelitos como Manuela Parralo.
Se me dirá, como me previene el padre de la ex alumna del IES La Orden, que en realidad la prohibición minifaldera se hizo extensiva (ya sé que el calificativo no es el más apropiado) a los varones estudiantes del centro, puesto que también se les negó a los púberes la posibilidad de asistir a clase en pantaloncitos cortos por mucho calor que hiciera a partir de mayo. Paridad prohibitiva, o sea. Pero, retrospectivamente, este pater familia no soporta esa potestas por venir de quien venía, y me adjunta esta pregunta al aire en su e-mail: «¿Con qué autoridad una persona que se ajusta los vaqueros Rock&Republic de Victoria Beckham le puede decir a una adolescente a su cargo que no se puede vestir como mejor le parezca?».
Esas diatribas a mí particularmente me aburren sobremanera, seguramente porque la moda me seduce lo justito por lo general y no siento escalofríos de ningún tipo cuando me entero del coste de esos jeans de candidata que, en los carteles electorales, harían olvidar aquella chupa de cuero de Trinidad Jiménez. Pero a lo que sí le encuentro mucho juego es al testimonio paternal de que una insigne dirigente socialista tomó decisiones en firme contra el uso y el abuso de la minifalda por parte de alumnas en prevención de no sé bien qué. ¿Es así, tan victorianamente, como se le quitan los votos a Pedro Rodríguez por el centro y por la derecha? ¿Qué opinan, por cierto, los responsables educativos del PSOE de una prohibición tan facha? ¿Y las Juventudes Socialistas?
DIFÍCIL DE ENCAJAR
Convenciendo a Orta
Prosiguen las conversaciones entre la dirección del PP y el alcalde de Aljaraque, Juan Manuel Orta, para convencerlo de que se vuelva a presentar como candidato dentro de siete meses. Se le intenta hacer ver que, antes de irse definitivamente a ejercer a su despacho de abogados, tiene que prestar un último servicio al partido. Los populares saben que el PSOE va a poner toda la carne en el asador con el ex secretario general de la UGT y actual delegado provincial para la Igualdad y el Bienestar Social, Pepe Martín, y temen que el trabajo de la nueva esperanza blanca del centro derecha aljaraqueño –mi antiguo compañero en la Facultad de Derecho de La Merced y diputado provincial David Toscano– no termine de ser reconocido en su justa medida por mucho votante fiel de Orta. ¿Cuál es la idea de Rodri y de Arenas? Pues que, si Juan Manuel quiere desvincularse definitivamente del Ayuntamiento, lo haga en 2008 después de revalidar su mayoría absoluta y delegando entonces en Toscano, que tendría tres años por delante para asumir en primera persona todos los éxitos de la gestión municipal. Pero el alcalde se está haciendo de rogar, algo que preocupa sobremanera también a colaboradores de su entorno más directo...
Violencia descontrolada
La fuerza de los hechos puede convertir la seguridad ciudadana en uno de los temas centrales de la venidera campaña electoral valverdeña. En los últimos meses, se vienen sucediendo peleas multitudinarias en la zona de los botellones que han encendido la voz de alarma entre las autoridades locales y un vecindario muy poco acostumbrado a tanta virulencia. Siempre suele ocurrir lo mismo: tras una noche de excesos, un grupo de jóvenes de fuera del pueblo empieza a provocar a la chavalería hasta que empiezan a volar los vasos, las botellas y las piedras. Y como a muchos niñatos les encanta esto de hacer el cafre, a la semana siguiente vuelven a Valverde a por revancha. Es cierto que esto puede pasar en la madrugada de cualquier sábado en casi todas las localidades de la provincia, pero les aseguro que lo que ocurrió en el interior primero y en las inmediaciones después del bar Zona hace sólo unos días (con un grupito de borrachos costeros celebrando una despedida de soltero como protagonistas) tiene muy poco de normal y pudo terminar en tragedia. Si no, que le pregunten a los guardias civiles que pidieron refuerzos para controlar a los 200 tíos que pretendían linchar a estos visitantes envalentonados por las copas y la noche.
PIEZAS PERDIDAS
Etiquetas: Aljaraque, Cuenca Minera, IU, Manuel Gutiérrez, Manuela Parralo, Pedro Rodríguez, PSOE de Huelva, UGT, Valverde
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