Sabe Dios —y creo que hasta el mismo diablo está al tanto de esto que les voy a contar esta mañana— que la tengo en alta estima y que vengo defendiendo en los más diversos foros que sus virtudes políticas lo mismo valen para un roto orgánico que para un descosido institucional. Siempre habría apostado por ella de número uno antes que por
Manuela Parralo en la carrera de las municipales (aunque mi caballo ganador para 2007, y sigo sin ocultarlo a estas alturas, era un veterano purasangre como
José Antonio Marín Rite, felizmente asentado en la retaguardia del Puerto); y hasta soy capaz de imaginármela manejando, con más talento y tino que la odiada
María José López, una Consejería tan compleja como la de Justicia y Administración Pública. Sin embargo, la concejala de la oposición en el Ayuntamiento de Huelva, y parlamentaria en la Cámara andaluza, y senadora por designación de la comunidad autónoma
Cinta Castillo Jiménez sigue hinchando su perfil o buche educativo con soflamas como las que lanzaba este martes a través de los compañeros de la agencia Europa Press a raíz de las críticas cosechadas entre el conjunto la oposición andaluza por esa desconcertante promesa electoral de
Chaves (cálidamente ovacionada, por cierto, por la totalidad de las fuerzas políticas de Cataluña) de que, si él vuelve a ganar las elecciones el 9 de marzo, la Junta de Andalucía facilitará el aprendizaje del catalán a los charnegos en potencia (¿acaso no todos lo somos?) que pretendan asentarse en el Bajo Ampurdán despiojados del asombro de aquel emigrante portugués que, en el célebre tanguillo, admiróse de que los
enfants salieran de la cuna manejando un francés mejor que el suyo. Mi defendida Cinta Castillo ha centrado sus críticas en la figura de
Rajoy (¿y por qué no en su rival directo, don
Diego Valderas Sosa, que ha calificado de «sarcasmo» la iniciativa del PSOE?), diciéndole al presidente nacional del PP que está «insultando la inteligencia de los andaluces» al explicar esquemáticamente que los escolares de la región lo que necesitan aprender bien es español e inglés. «Los andaluces son capaces de aprender inglés, francés, catalán, gallego, chino y alemán, de modo que no será el Partido Popular el que imponga un límite a nuestro conocimiento», ha resuelto mi patrocinada, quedándose tan ancha y pancha como se quedará Rajoy si le llega a los oídos el atrevimiento de la secretaria de Educación en la ejecutiva del PSOE andaluz. Indiscutiblemente, es la mayor tontería que se ha escuchado a lo largo y ancho de toda la provincia en lo que va de precampaña, y deja el listón a una altura que sólo el
Sergei Bubka de la gilipollez podrá rebasarlo con desahogo. ¡Ay, mis
polític@s predilect@s...!
Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 7 de febrero de 2008.
2 comentarios:
Manuel: Esta es la caterva de impresentables que tenemos en la política. Dicen barbaridades y se quedan tan anchos. A veces me pregunto si nos toman por imbeciles o si esos mensajes van dirigido a imbeciles.
Muy reconfortante tus análisis. Animo.
Vamos a ver y porque no se puede dar esas clases. Si hay gente que quiere pues que se den. Si no pues ya se quitaran. no se dan clases de chino ?
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