15 octubre 2006

EXCESO TRAS EXCESO

EL ROMPECABEZAS ONUBENSE
LAS PIEZAS DEL PUZZLE
Exceso tras exceso

Hace sólo unos días la versión italiana del Caiga quien caiga, el programa de Telecinco popularizado en España hace ya algunos años por el Gran Wyoming pero que impulsara desde Argentina el infinitamente más ácido Mario Pergolini, pretendió –sin éxito– hacer público el resultado de una investigación que demostraría que uno de cada tres diputados italianos consume algún tipo de estupefacientes, básicamente hachís y cocaína.
Los reporteros del CQC transalpino se hicieron –gracias a una maquilladora– con el sudor de las frentes de 50 soberanos representantes públicos sin que ninguno de ellos fuera consciente de que iban a ser sometidos al drug wipe, una prueba que sirve para descartar el consumo de drogas en una persona. Finalmente, 16 de sus señorías no pasaron el test, no estaban limpias: habían esnifado o liado porros en las últimas 36 horas, aunque nadie se atrevería a pensarlo viéndolos tan serios y tan responsables sentaditos en sus escaños.
La polémica televisiva italiana estalla mientras en Huelva socialistas y populares se amenazan mutuamente ante las cámaras de televisión con remitir hasta a María Santísima dossieres espeluznantes sobre cada uno de los candidatos del PP a las próximas elecciones municipales o sobre la «cara oculta» (?) de Javier Barrero, sin que aquí haya una institución como el Garante per la privacy que imponga la ley y les saque las pistolas y las ganas a tanto pelagatos –con ínfulas de francotirador, encima– como hay suelto.
Todo tiene su origen en el centenar de llamadas contabilizadas hace meses desde un teléfono móvil de la Alcaldía a líneas eróticas y puticlubs. Díaz Trillo y Pepe Fernández se frotaban las manos porque tenían el escándalo del año, el que le iba a costar el sillón a Pedro Rodríguez, que o se callaba la boquita (malo para su imagen) o pedía perdón a los ciudadanos por el calentón (peor aún, incluso si reintegraba de su bolsillo los consumos eróticos).
Pero hete aquí que, colorado como un tomate, sale a la palestra un chófer municipal reconociendo que ha sido él y no el alcalde el que se ha soliviantado a base de 906, con lo que la denuncia del PSOE se descafeína hasta el punto de que el único que se va directo al juzgado es el equipo de gobierno, indignado con tanto secreto de Estado aireado alcahuetamente. Y ahora, en cuanto que un juez le echa el primer vistazo a la denuncia –que ya veremos en qué se queda–, los señores Javier Barrero y Curro Moro comienzan ellos solitos una espiral de declaraciones y amenazas pasadísimas de rosca, como si las urnas fueran a abrirse más temprano con semejante madrugón de insultos preelectorales.
En Italia, ha sido la neofascista Alessandra Mussolini la que se ha mostrado más crítica con la censura al CQC. «Estamos en una dictadura. La censura de una investigación periodística es un hecho grave», ha dicho la nieta pinup del dictador que acabara en la milanesa plaza de Loreto hecho un pingajo junto a su amantísima Clara Petacci. En Huelva, de tanto elevar el listón de la insidia, hasta los alcaldes pedáneos van a acabar teniendo que someterse al drug wipe voluntariamente, para demostrar así de forma fehaciente que ni se ponen ciegos antes de legislarnos la vida ni tampoco antes de dar una rueda de prensa.
DIFÍCIL DE ENCAJAR
Extraña desautorización

Mucho han sorprendido en Comisiones Obreras de Andalucía los modos empleados por la Unión Provincial onubense (o sea, por José Delgado, Chela) contra sus delegados sindicales en la Diputación, Emilio Gegúndez y Francisco Alfonso Rodríguez. Este periódico publicó un documento interno de trabajo en el que éstos cuestionaban la utilización política del Ayuntamiento de los ayuntamientos como plataforma de la candidata socialista a la Alcaldía por el PSOE, Manuela Parralo, que ejerce ya de facto como presidenta en la capital. La alusión a la princesa fue suficiente para que Chela desautorizara expresamente a sus hombres mediante una nota de prensa que ha causado estupefacción en CCOO a nivel regional, principalmente porque nadie se tomó la molestia ni de avisar a estos compañeros de que los iban a dejar a los pies de los caballos. «Lo lógico es que, si se entiende que ha habido alguna extralimitación, se hable con los delegados y se les pida a ellos que rectifiquen, algo que no ha pasado aquí porque en la Unión Provincial alguien se ha debido de poner muy nervioso», dicen por Sevilla. ¿Extralimitaciones en un papel interno? No me quiero imaginar la que les habría caído al par de ellos si dan una rueda de prensa...
El miedo a no ganar

No se crean que las tienen todas consigo los socialistas en lo tocante al Andévalo y la Cuenca Minera de cara a las elecciones municipales. Aunque recuperarán la mayoría absoluta en Valverde y se harán con El Cerro gracias al camaleónico Herófito Rodríguez, hay un par de frentes abiertos que preocupan, sobre todo por la experiencia de los anteriores comicios. El miedo a lo que puedan decidir soberanamente los ciudadanos con su voto secreto se localiza en Riotinto y Campillo. La salida de las alcaldías de José Manuel Delgado y Fernando Pineda –por motivos bien distintos, aunque justificados ambos–, así como su relevo por dos candidatas con experiencia municipalista pero que siempre han estado trabajando en un segundo plano, siembra dudas sobre la reacción de unos vecinos tradicionalmente recelosos ante cada cambio de gobierno operado en democracia. Recuerden qué pasó en aquel infausto 25-M para la mesa camilla: se cambió de cabeza de lista en Zalamea y allí lleva gobernando Marcos Toti desde entonces. Y el gran temor de Barrero y, principalmente, de Cejudo es que se acabe perdiendo por muy poco el tercer diputado provincial en liza que garantizaba el martirio político del izquierdista Rodríguez Donaire.
PIEZAS PERDIDAS

1) ¿Cómo es que el concejal del PA de Lepe Manuel Jesús González, futuro candidato a la Alcaldía y secretario general del partido, no ha tenido esta semana el menor problema en ponerse a dar una rueda de prensa con la socialista María Bella Martín a cuenta de la Mancomunidad de Islantilla? ¿Acaso no fue esta mujer la que antes de verano denunció públicamente que llevaba en el bolsillo una chequera para comprar votos y pagar favores? ¿Tan hábil está siendo Pepe Prieto como para convencer a Manuel Jesús de que aquello merece perdón? ¿Y por qué le están fallado tanto esas dotes de negociador para armar la candidatura? El último en decirle que no ha sido un militante local que trabaja en Ceuta, concretamente en Sanidad.

2) Ojo con los efectos de la aplicación o inaplicación de la ley antibotellón de la Junta por parte de los ayuntamientos de aquí a las elecciones municipales. Hay mucho veinteañero que no perdonaría que le joroben el fin de semana.
Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 15 de octubre de 2006

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