SE BUSCA UN RODRÍGUEZ ZAPATERO
LAS PIEZAS DEL PUZZLE
Se busca un Rodríguez Zapatero
La certidumbre de que en esta provincia no hay dentro del Partido Socialista un solo dirigente que encarne la renovación personal e ideológica que representó en su día José Luis Rodríguez Zapatero a nivel federal, es el factor que está empezando a movilizar a cuadros intermedios y a militantes del PSOE onubense con vistas a las próximas elecciones municipales y, sobre todo, al subsiguiente congreso provincial del partido.
Orgánicamente, cualquiera que se pare a analizarlo con cierto detenimiento caerá en la cuenta de que, en efecto, el partido en Huelva reproduce fielmente esa arcaica estructura de los barones regionales que el presidente del Gobierno ha dado sobradas muestras en los últimos meses de saber domeñar, aunque nadie se atreviera a apostar un céntimo por ello cuando se hizo con la secretaría general del partido en julio de 2000.
Por estos pagos, sin embargo, sigue predominando el factor territorial sobre la armonía del discurso político, de forma y manera que la suerte de muchos municipios va aparejada al reino de Taifas que represente su agrupación local socialista dentro del complejo mapa político del centro-izquierda huelvano. En ese ignoto archipiélago, no es desde luego lo mismo ser concejal socialista en la Cartaya del comandante Millán que en la Calañas de Rafael Recio, como no tiene el mismo peso el geoestratégico alcalde de Chucena, Ignacio Caraballo, que el sevillista irredento de San Juan del Puerto, Paco Orta.
Tenemos barones onubenses tan consolidados como el valverdeño Pepe Cejudo, al que le han ofrecido más de una vez el puente de plata de un escaño en el Congreso o de una Viceconsejería (para que pueda ir haciendo méritos ante los ojos de Chaves el Justo) y que, sin embargo, sigue ahí sin coscarse, mandando dentro y fuera de lo suyo en todo lo que abarca al Andévalo, sus minas y allende las montañas. También tenemos independentistas incontrolables capaces en todo momento de la peor maragallada, como puede ser el caso de Rafael González en Ayamonte.
Por tener, tenemos hasta a ese Solana (encarnado por el consejero de Agricultura y Pesca, Isaías Pérez Saldaña) manejándose como pez en el agua en las esferas supranacionales, y que suena —y seguirá sonando mientras esté en activo— cada vez que haya que proceder al relevo de un primer espada de la política provinciana, entre otras cosas porque es bien cierto que tampoco hay tanto donde elegir y las canas, según a quien le brillen, revisten autoridad.
De este orden selvático de las cosas internas se culpa básicamente a Barrero, que por esto y por otras razones obvias no puede ser considerado el nuevo Zapatero por los socialistas onubenses. Y hay compañeros que sueñan con que del campus del Carmen surja (o haya surgido de la facultad de La Merced) ese abogado o abogada con alma leonesa capaz de dejar que entre un poco de aire fresco y democrático en el partido. Porque no puede ser que una candidata a la Alcaldía de Huelva se nombre como se ha nombrado a Manuela Parralo. Porque no puede ser que una ejecutiva local no cuente para nada en la configuración de la futura lista. Porque no hay derecho a que a tanta gente les corten las alas de cuajo. Ojo con esa Nueva Vía, sin barones y con zapateros remendones en busca de su patrón.
DIFÍCIL DE ENCAJAR
Una mujer viajada
Tiempos procesales
Con tanta querella y tanta denuncia yendo y viniendo de un lado para el otro, las próximas elecciones pueden acabar marcadas por lo judicial. Por ejemplo: los socialistas confían en que, por el proceloso ritmo de los saturados tribunales, la denuncia contra Pepe Juan Díaz Trillo de un par de miembros del equipo de gobierno del PP termine archivándose en plena precampaña, lo que les permitiría desdramatizar los efectos de la acción ante el Supremo del alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, contra Javier Barrero, por acusarle indubitada y falsamente de usar el teléfono móvil para llamar a líneas eróticas con el dinero de todos. Si encima un juez da trámite a las acusaciones de malversación dirigidas contra el regidor, la jugada les saldría redonda a los del PSOE, que en realidad son los que más miedo han de tener respecto a lo que puedan decidir sus señorías en este asunto y, sobre todo, en el del sabotaje a la señal de Teleodiel desde la casa del secretario general del PSOE de Gibraleón, José Antonio Salas. Desde luego, tendrán que hacer ímprobos esfuerzos por dilatar este último proceso cuyo veredicto debe de estar para esta primavera. Y que Dios los coja confesados como vengan mal dadas...
PIEZAS PERDIDAS
1) ¿Recuerdan los alcaldes socialistas a los que los jóvenes de sus pueblos les han organizado este fin de semana botellones a las puertas de los ayuntamientos, cómo le rompían las botellas en el portal de su casa a Rodri no hace tantos años los dueños de los bares de la movida? El oscilante péndulo de la Historia etílica.
2) Juego de agudeza visual: ¿hay algún concejal del Ayuntamiento del PP de Huelva que no esté saliendo últimamente fotografiado casi a diario en la prensa provincial?
3) Último SMS: «Acerkmiento Isaias-Cejudo. Mario s qda en fuera d juego. Mañas sabe la istoria. Barrero sta en Madrid y no s ntera dl todo».
Etiquetas: Ayamonte, Cartaya, Gibraleón, Isaías Pérez Saldaña, Manuela Parralo, Niebla, Pedro Rodríguez, Pepe Juan, PSOE de Huelva, Punta Umbría, Valverde
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