UN ICEBERG A DOS SEMANAS DE LAS URNAS
Quedan eso, un par de veloces semanas para que se abran los colegios electorales y cada cual se desperece como un cachorro, desayune caprichosamente, se emperifolle y haga a continuación con su domingo lo que considere más oportuno o de provecho. En las próximas 336 horas menguantes se decide el futuro político de un país y de una comunidad autónoma de los que casi nadie quiere coscarse, y ante este tipo de envites al buen ciudadano lo que le pide el cuerpo es solemnidad, nudo de corbata y paseo brioso hasta esa urna donde comprobar nuevamente que tu DNI sigue sepultado en el interminable censo que fragua el democrático milagro de que tu voto no valga un solo gramo más que el mío, lo cual nadie sabe hasta qué punto excita mis sentidos.
Como el Recre juega ese fin de semana en Mallorca, como tras 30 años de democracia el hábito y el monje empiezan ya a parecer un solo pliegue y como las descargas de ‘tensión’ siguen llegando adecuadamente desde donde fluye la verdadera energía mediática, en principio no se atisba riesgo alguno de que Huelva pueda quedar descolgada respecto al resto de provincias andaluzas en cuanto a participación. La duda cívica (por calificarla de algún modo) que nos invade a una minoría es si entonces y sólo entonces, cuando se haya corroborado fehacientemente que el PSOE sigue dominando de cabo a rabo el mapa onubense, en cuantito que las limpiadoras del hotel Monteconquero terminen de vaciar todos los ceniceros y de recoger todas las copas rotas, alguno de los habituales cuentacuentos de la política provincial (como por ejemplo el número dos al Parlamento por los socialistas, Mario Jiménez) va a salir a explicarnos qué cachondeíto es el que se han traído y llevado entre unos y otros en El Monte durante los años en los que José María Bueno Lidón lo tuvo a él de vicepresidente de la caja de ahorros.
Nadie le puso una pistola en el pecho para que abriera la bocaza aquel imborrable 1 de julio de 2006, cuando ratificó los «motivos estrictamente personales y de índole privado» que llevaban a Lidón a presentar su dimisión. «Una vez llegada la caja al punto de partida para su fusión, entendía que había terminado su labor y que otra persona con nuevos bríos tenía que asumir la responsabilidad», mintió Mario, al que las dos próximas semanitas se le pueden hacer interminables con el moscardón revoloteándole la boca, posándosele en el paladar, tirándole de la campanilla mientras jura con cartulinas y aires de tahúr (ante las cámaras donde no le pueden meter el tubarro) que si las viudas y los jubilados pueden comer ahora a fin de mes es gracias a Zapatero... ¡Y lo dice el mismo tipo que ingresaba cuatro millones de pesetas extra al año del Monte de Piedad (acumulables a su sueldo de parlamentario) en aquellos días en los que se dejaba el aeropuerto Cristóbal Colón de Díaz de Mera en la pista de despegue de la Fiscalía Anticorrupción!
Lo dicho. Que en 14 días, que se vayan a votar todos los que quieran seguir dándole cuerda a los encubridores de estas prácticas. Y a la mañana siguiente, a hacer cola en Cajasol. Pero ahora disfruten de la impresionante visión de la punta de un señor iceberg delante de nuestras propias narices. ¿Qué, a que acojona?
DESCONCIERTO SONDEABLE
LA ARMÓNICA DEL AFILADOR
Los primaverales congresos provinciales de los partidos se presumen movidos a tenor de lo que deslizan las encuestas y las gargantas profundas de las distintas formaciones. En el tablero de ajedrez del PSOE, se da por hecho que algo va a tener que cambiar y que Petronila Guerrero será quien decida si sigue como alfil o si hace de reina. La ventaja con la que parte Barrero es que, elección tras elección, se repite siempre el mismo apotegma: si las cosas siguen yéndonos tan bien, ¿para qué cambiarlas? Mario Jiménez es al que nadie quiere ver escalando más posiciones. Nadie, insisto: no sólo Isaías Pérez Saldaña. También está claro que, pase lo que pase, Cejudo seguirá mandando como el que más, y que Cinta Castillo será puntal para lo que sea. En el PP, mientras tanto, se presume un frente común entre Huelva capital, Gibraleón y La Palma para contrarrestar a los descontentos costeros y desperdigados. Ojo con los desplantes toreros y las amenazas de largarse por donde uno vino, porque pueden ser muy bien recibidas en la plaza del Punto. Para IU, el 9-M marcará un después del que me temo mucho que no va a salir nada positivo. Por último, para los desahuciados andalucistas, lo mejor (entre comillas) es que podrán ver dónde está todo perdido y qué les queda. Y es que ciertas herencias, ni a título de inventario, ¿verdad?
Piezas Perdidas
1) Mucho se viene hablando en Sevilla en los últimos días del público desplante de la magistrada-juez de Menores de Huelva, Carmen Orland, ante la consejera de Justicia y Administración Pública, María José López, con las urnas a la vuelta de la esquina. El calibre del rapapolvo en la Facultad de Derecho es el síntoma inequívoco de cómo están las cosas entre la judicatura y el Ejecutivo autonómico. Puede que esté llegando el momento de cambiar de pararrayos. Y ahí Huelva puede presentar candidaturas.
2) En defensa de la alegría es el mejor título que podía ponerse a las firmas recogidas por la estelar Mar Alfaro con la ayuda del ¿defenestrado? Juan Labrador en favor de la reelección de Zapatero y Chaves. Entre el centenar de adhesiones, alguna te hará saltar las lágrimas. Echo en falta a Carlos Rosado, el astuto sustituto.
Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 24 de febrero de 2008
Etiquetas: Cejudo, Diputación de Huelva, Gibraleón, Isaías Pérez Saldaña, IU, La Palma, Lepe, Moguer, PA, PP de Huelva, PSOE de Huelva
2 comentarios:
Manolo, vives en otro mundo. Después de los debates Solbes-Pizarro y Zapatero-Rajoy, cada vez parece más claro que el PSOE va a ganar las elecciones generales (en Andalucía, su victoria está cantada). Al PP lo que le queda es chupar banquillo, tirar de renovación previa gravísima crisis interna, y probablemente tragar durante 8 años en la oposición. Como dicen en mi pueblo ... A joerse.
Increible pero cierto, Manuel Chaves, el solito, se basto y sobró para merendarse en el debate a Javier Arenas y seis chiquilicuatres más. ¿Y este Arenas es el que se postula como alternativa para Andalucia? Pues estamos aviados: ni se preparó el debate ni supo aguantar los golpes de Chaves, se acojonó sobre todo cuando le recordaron el decretazo, la congelación de los sueldos de los funcionarios y el rollo del trasvase del Ebro. RESUMEN: Solbes barrió a Pizarro, Zapatero le ganó a Rajoy, Chaves se merendó a Arenas y a seis más; y en Huelva, Mario Jiménez se cepilló a Loles, la largirucha de Valverde (por cierto, que esta señora o señorita podría aprender a sostener un debate con un poquito más de educación además de sentarse más derechita que como siga así le va a salir chepa). CONCLUSIÓN: Y en las generales y autonómicas ¿adivinan quien va a ganar? ¡PREMIO! El PSOE, un osito piloto para Vd.
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