VERSOS PARA LA REINA DE CORAZONES
VERSOS PARA LA REINA DE CORAZONES
«Es poder una torre sobre rocas/ cuyo interior adornan ricas telas/ e inscripciones de anales y de leyes./ Una torre que guarda los despojos/ de solares y eternas dinastías». Así arranca uno de los mejores poemas del madrileño Julio Martínez Mesanza, considerado por la crítica como el mayor representante de la tendencia épica en la nueva poesía española. Lo entresacamos de su obra Europa porque es posible que contenga una de las mejores metáforas políticas que se hayan escrito jamás.
«Tiene el poder severos escenarios/ e implacables sirvientes silenciosos», prosigue el poeta. Y uno se acuerda de repente de las fotos de la sonriente Manuela Parralo repartiendo claveles al término de su asamblea de aclamación, con la lista del PSOE ya purgada de complejos y de Alejandro Márquez. E irremediablemente se te vienen a la cabeza los rostros de los felices lameculos de toda la vida, que ni quitan ni ponen rey pero ayudan a su señor. Y también de muchos de esos compañeros que terminarán arrancándose la lengua de una mordedura, de tanto confiar desde hace una década en que ya llegarán tiempos mejores.
«Poder arroja infamia sobre el tibio/ y no acepta en su guardia a los neutrales». De esto podrían hablar algunos miembros del actual grupo municipal socialista, que han salido de la candidatura por negarse a bailarle el agua a su compañera Parralo y traicionar a Pepe Juan, un exquisito cadáver político cuya defunción quedó certificada sobre las 11:10 horas del pasado 18 de noviembre con el escalpelo herrumbroso de Andrés Bruno Romero y sus 64 años.
Sigamos leyendo. «Tiene la torre normas que el profano/ no comprende y desprecia torpemente». Ésa es la pírrica ventaja con la que cuenta Manuela. El onubense medio, el que acude a las urnas y termina decidiendo quien nos gobierna, ni se ha enterado ni va a enterarse del cómo ni el porqué una ignota directora de instituto acaba catapultada en menos de tres años a lo más alto del PSOE capitalino, donde tanto montañista ha sido incapaz de hacer cumbre con mejor tiempo y con la ayuda de los sherpas orgánicos. A casi nadie le interesa eso tan interesante, quizá porque haya que ser muy demócrata para que te hierva la sangre viendo y sabiendo cómo llegan a funcionar los partidos por dentro. Y ése no es el caso de la inmensa mayoría de los habitantes de este planeta.
«Poder cierra la boca al arbitrista/ y hace que el cuerdo abrevie su discurso». Bien lo saben los militantes que abandonaron hace ocho días el campus del Carmen despotricando contra Barrero y Mario Jiménez y anunciando un comunicado que haría tambalear los cimientos del socialismo capitalino. Finalmente, nunca llegó a las redacciones. Y bien lo sabe también Anselmo Pérez Maestre, el militante que cometió la locura de poner como chupa de dómine al secretario de Organización del PSOE, mandándolo directamente a Moguer a depurarse «de prepotencia y soberbia».
«Es poder una torre sobre un yermo/ cuyo exterior el tiempo hizo terrible», sentencia Martínez Mesanza. La verdadera princesa de la política onubense tendrá toda la pinta de una Alicia maravillada, pero oficia de Reina de Corazones cortando cabezas rechistonas. Así que a ver quién es el guapo o la guapa que asalta su fortaleza. Y sin catapulta.
BRINDIS EN EL PP
¿LIBERTAD PARTIDARIA?
Piezas Perdidas
2) El cabreo de Mari Bella Martín, la secretaria general del PSOE de Lepe, puede alcanzar ya proporciones galácticas si Pepe Prieto no la pone de número dos de la lista. La que confiaba en que Oria la pusiera de candidata, ahora teme verse de número cuatro para facilitar un hipotético pacto con el PA de Manuel Jesús González.
Etiquetas: El Granado, Isaías Pérez Saldaña, Lepe, Manuela Parralo, Moguer, Niebla, Pedro Rodríguez, Pepe Juan, PP de Huelva, PSOE de Huelva
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