LA MEJILLA DE PEPE VILLA

EL ROMPECABEZAS ONUBENSE
LAS PIEZAS DEL PUZZLE

La mejilla de Pepe Villa

En las encuestas que la Diputación realiza regularmente para justificarse como institución, ningún otro servicio obtiene mejor valoración por parte de la ciudadanía que el prestado por el Consorcio Provincial Contra Incendios y Salvamento. Los onubenses no necesitan muchas explicaciones para reconocer la utilidad y la aptitud de esos funcionarios que, aparte de darle la vuelta al mundo buscando a sepultados con sus perros de agua, acuden musculosos y puntuales para sacarte del coche si sufres algún siniestro de gravedad en carretera (siempre y cuando lleven consigo el equipo de excarcelación necesario, claro está). O que son los primeros en plantarse donde haga falta si el fuego se envalentona (con la condición de que el camión no les deje tirados a mitad del camino, eso sí).
Estas salvedades, aunque pueden sonar soberanamente estúpidas, resultan obligadas teniendo en cuenta («mucho te quiero, perrito, pero pan poquito») la carestía de medios que sufren los bomberos de la Diputación onubense, que llevan semanas reclamando la atención de la opinión pública y de la clase política pero —sorpréndanse— no para que les suban el sueldo, sino para que se sepa que no cuentan con los recursos más adecuados para, por ejemplo, desaguar nuestra casa en la próxima tromba, que es para lo que están y para lo que se les paga.
Esta semana ha sido el manguito de los frenos de un camión lo que ha fallado en una carretera del preparque de Doñana. «Por fortuna», dicen, salió ardiendo un autobús (que le pregunten al afortunado chofer). Pero es que este tipo de problemas surgen a diario. Y si en la Diputación nadie toma medidas, al menos que no se hagan el sueco ante lo que pueda ocurrirle mañana a algún compañero al volante de uno de esos Gadafi con un largo cuarto de siglo ya a sus espaldas y que, inexplicablemente, siguen operativos en el Consorcio (no hará falta recordar el fatídico 9 de enero de 2002 y a la malograda Lourdes en ese vehículo al que se le quedaba el embrague pisado, ¿verdad?). Y que no se laven tampoco las manos con lo que pueda suponer en un futuro el presumible desmantelamiento del parque de El Portil para esos vastos pinares que, desgracias de la vida, están gobernados en su mayoría por el PP...
La patata que le ha pasado al almonteño Pepe Villa el anterior presidente del Consorcio, Miguel Ángel Domínguez, quema sólo de verla. Este último —otro valverdeño de los del «pacto de progreso»— ya no tiene que dar la cara por aquel sucinto plan director que firmó en 2004 ante los fotógrafos con los sindicatos mayoritarios y, conforme al cual, hoy debería haber una treintena de nuevas plazas de bombero, cinco veces más de las que creó bajo su trienio. Pero ahora le toca poner la mejilla al hombre de confianza de Paco Bella en Almonte, que aunque es un político acostumbrado a lidiar con los más temibles morlacos, no sabe aún bien donde lo han metido ni lo que tendrá que sudar para aguantar las embestidas hasta las elecciones con la UGT de muleta. Miguel Ángel, mientras tanto, lo verá todo desde la barrera, tan ricamente, después de un último año in albis que, encima, le ha servido para escalar puestos y llevarse la foto de los niños a otro despacho. Ignífugo, claro está.

DIFÍCIL DE ENCAJAR
De nuevo Moguer

La destitución del andalucista Antonio Capelo como responsable de Urbanismo del Ayuntamiento de Moguer estaba cantada desde el mismo día en que el regidor de la ciudad, el popular Juanjo Volante, salió despotricando de su primer teniente de alcalde por atentar contra la libertad sindical. Era cuestión de esperar y al final ha sido esta semana en la que se ha escenificado la ruptura de un pacto que es milagroso que haya llegado hasta aquí. Ahora vienen curvas para el PP, porque quedan nueve meses por delante y mucha gente puede ir a votar hartita de que el Consistorio esté bloqueado y, por ejemplo, no se les pueda pagar ni un céntimo a los proveedores. También hay mucho morbo por saber cuál va a ser el futuro de los concejales del PA que estaban liberados en el Ayuntamiento, concretamente de esos mismos que han denunciado las ofertas que les ha hecho Volante para dejar a Capelo en la cuneta y seguir cobrando a final de mes al menos hasta el año que viene... ¿Que quién sale reforzado? Sin lugar a dudas Manuel Batista, el próximo candidato a la Alcaldía del PSOE de Moguer, que sigue presumiendo risueño de las encuestas que el partido le ha mostrado y que anuncian que va a arrasar. El problema es que tenga que pactar con el PA o con el PP.

El cura y las monjas

Lo que faltaba en la convulsa Gibraleón es que al párroco del pueblo, a don Diego, se les fueran corriendo las cinco monjas de clausura del Convento de las Adoratrices Perpetuas, y que tanto el Obispado de Huelva como la Santa Sede terminen desmintiendo —con palabras o con hechos— la versión del sacerdote de que las hermanas estaban pasando unos días de retiro espiritual en Jerusalén, cuando realmente andan por Nápoles y desde el infalible Vaticano ya se han dado órdenes precisas para que el monasterio olontense sea clausurado para siempre. Lo dicho: lo último que se podía despachar... No pongo la mano en el fuego por nadie, pero no me digan que no escama bastante que el asunto esté siendo silenciado clamorosamente por otros medios de comunicación, inclusive aquellos que han atacado con fiereza en los últimos dos años a todo lo que oliera a sotana. ¿Será cierto que el padre Diego tiene tan buena relación con el PSOE que resulta intocable? ¿Habrá que recuperar de la hemeroteca sus encendidas bendiciones a la polémica Casa de la Provincia del Rocío para entender las posiciones de unos y de otros? Demasiadas beatas estupefactas se ven por ahí por la actitud de un cura que nunca se imaginó sin las monjas encerradas.

PIEZAS PERDIDAS

1) Si al alcalde de Gibraleón, Juan Serrato, no se le puede llamar en puridad tránsfuga según Luis Pizarro y Álvaro Cuesta, tampoco se podrá hablar ya más de transfuguismo en el caso de Beas y de Juan Elías Beltrán, ¿verdad?

2) Oído en el PP: «Ojalá hubiéramos roto el pacto con el PA en Lepe. Ahí sí que merecería la pena que Manuel Andrés González diera un volantazo a los Jurado».

3) A la vista de los resultados prácticos de su visita, ¿se puede saber para qué vino exactamente el secretario general del PA, Julián Álvarez, a Huelva?

4) Ojo con Antonio Castillo, el secretario general del PSOE de Ayamonte. Lleva dos años moviéndose y, para algunos, ya ha llegado la hora de que pegue el salto.

5) Último SMS: «Si Perico pierde la mayoria, sentera d lo q es ser presidnt dl PP».

Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 13 de agosto de 2006