LA REPRESALIA IMPOSIBLE

Recuerden que, una buena mañana de hace dos años y medio, el alcalde y senador valverdeño firmó una orden que dejaba sin sueldo a los asesores de la coalición de izquierdas, que entonces contaba con dos diputados en el Ayuntamiento de los ayuntamientos onubense: el ex regidor bollullero Francisco Javier Camacho y el socio municipal de Cejudo y finalmente deshonroso tránsfuga Paco Rodríguez Donaire. Entre los afectados por aquella decisión presidencial (motivada por la campaña de denuncias iniciada por los representantes de CCOO en el organismo provincial) estaba precisamente el nuevo alcalde de Bollullos, Paco Díaz Ojeda, además del serrano José Luis Pérez Tapias. Pero estrangular a día de hoy a la moribunda IU sería contraproducente, porque la estabilidad política de Aljaraque y la Cuenca Minera es demasiado preciada para los socialistas.
En el anterior mandato, los izquierdistas no tenían más remedio que callarse si les daban caña, principalmente porque sabían que estaban siendo tratados a cuerpo de rey en la Diputación, donde sin necesidad aritmética alguna gestionaban el área de Carreteras, de modo que podían tener liberados a todos los que en las municipales de 2003 se habían quedado colgando de la brocha. No había mala conciencia en IU por el pacto con el PP de Marcos Toti en Zalamea, ni mucho menos. Si callaron fue simplemente en reconocimiento de que estaban viviendo de gañote, porque Cejudo los untó con erario público tras la pérdida de la mayoría absoluta del PSOE en Valverde. Interesaba el ‘pacto de progreso’ porque los estaban cebando y había mucho que perder. Pero, desde el 27 de mayo de 2007, en esta provincia IU tendría mucho que ganar si rompiera sus relaciones con los socialistas. Y sus socios naturales no se atreven ya a apretarles las tuercas, por miedo a que se les vaya a ir de las manos.
Este miércoles, en definitiva, pasó lo que dictaba la lógica. Lo anormal en términos democráticos es que un ayuntamiento sume cinco años consecutivos gobernado en minoría, con la oposición aprobándole porque sí los presupuestos al PSOE. Ése es el verdadero Record Guinness de Carlos Sánchez: que no le plantaran la moción de censura antes. Y eso, insisto, es lo que debiera agradecerle Valderas este verano a Díaz Ojeda. Porque esto ocurre en enero –cuando pudo pasar– y Valderas hoy día estaría en su casa, sin derecho ni siquiera a cobrar cesantías.
Lo que vaticinan apesadumbrados en el entorno de Valderas es que la jugada de Bollullos desembocará en un desastre electoral para la coalición en las municipales de 2011, donde temen quedarse con tan sólo un par de concejales en ese Ayuntamiento y que Carlos Sánchez se alce inopinadamente con la mayoría absoluta merced al voto de la izquierda puritana del pueblo. Pero esas previsiones no se pueden tomar mínimamente en serio, porque ese escenario post-atómico que dibuja la dirección provincial y regional de IU sólo se ha visto en localidades como Valverde o Manzanilla, donde las asambleas locales fueron o domeñadas o directamente ninguneadas por el aparato. Por supuesto que Isabel Salas estaría en disposición de hacer tan mal papel como la valverdeña Rocío Arroyo si fuera de cabeza de lista, pero también es más que evidente que Díaz Ojeda no acabará aupado a la lista el PSOE como Rodríguez Donaire. Si se ve abocado a armar una candidatura independiente, tiene bien cerca un espejo donde mirarse: el de Manuel Mora, que tras romper con IU (entre otras razones, en solidaridad con el ex alcalde manzanillero, Manolo Pérez Coronado) logró acabar en 2007 con la eterna mayoría absoluta del PSOE y hoy por hoy ocupa la Alcaldía de Lucena del Puerto. Aparte: ¿alguien realmente se cree ese gran trasvase de votos a favor de Carlos?
Hasta que el PSOE de Beas (me da igual que sea la desgraciada Rosa Beltrán o cualquier lugarteniente) no comparezca en rueda de prensa para condenar expresamente el acoso que vienen sufriendo los componentes del actual equipo de gobierno municipal; mientras no se pongan al lado de los que habrá que recordar –por si alguien se empeña en olvidarlo– que en puridad ni siquiera pueden ser catalogados ya como tránsfugas, puesto que concurrieron y ganaron las elecciones de 2007 bajo las siglas independientes de Ixbeas; hasta que los socialistas dejen de callar cada vez que el alcalde, José Elías Beltrán, su familia o la de cualquier concejal reciban otro mensaje amedrantador de esos cobardes que el día menos pensado pueden provocar con su tontura un desastre ciertamente irreparable; hasta entonces, repito, que los militantes del PSOE se dejen de dar golpes en el pecho y de presumir de que son ellos los que velan por el interés de todos los beasinos. La mal disimulada contribución del PSOE a la fractura social, en uno de los pueblos donde más votos han cosechado desde siempre, es el error estratégico más evidente de la actual dirección socialista. Ahí tienen si no los datos de las últimas generales, prácticamente calcados a los de 2000, cuando Aznar obtuvo la mayoría absoluta.
3) La continuidad de Chaves como secretario general del PSOE andaluz entierra definitivamente cualquier aspiración renovadora en Huelva. Los hechos demuestran que la dirección provincial está bien asentada.
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Después de visto cómo se las gastan los del Tribunal de Cuentas con Rosa Beltrán en Beas, no le arriendo la ganancia a Loli Macías, la última (aunque primera, y fugaz) alcaldesa del PSOE de Lucena del Puerto, quien corre el mismo peligro tras haber entregado hace un año las llaves de la bancarrota del Ayuntamiento al ex de IU Manolo Mora. De momento, el actual equipo de gobierno municipal ha dejado ya en manos de los abogados varios expedientes con ribetes, al tiempo que guarda bajo siete llaves más documentación comprometedora para los antiguos responsables socialistas, con la idea de sacarla a la luz pública si siguen negándoles el pan y la sal la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial con la complicidad absoluta del PSOE local, que —con vistas a las elecciones de 2011— disfruta viendo el estrangulamiento financiero de sus sucesores en el Consistorio. Como flamante director general, queda claro que el hombre fuerte del socialismo lucenero es hoy día Juan Márquez, quien quizás debiera irse replanteando si no es el primer interesado en interceder ante las administraciones supramunicipales para aliviar al menos un poco las arcas públicas, no vaya a ser que al final acabe saliendo lo del colegio y se quede en pura anécdota el escándalo de las comilonas.










