Impresiones sobre las municipales
La segunda gran triunfadora en la noche electoral del pasado domingo (sólo por detrás de Cejudo, aunque entiendo que haya quienes le den más mérito a los resultados de su compañera costera de filas) es la alcaldesa in pectore de Isla Cristina, la socialista María Luisa Faneca. Una parte muy importante del triunfo, eso sí, habrá que reconocérsela a su confidente y protector en el PSOE, el consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, de nombrarla en 2004 directora general de Pesca. ¿Recuerdan aquella entrevista que le hicimos nada más ser renombrado miembro del Gobierno andaluz por Chaves y en la que, en algún párrafo, el antiguo alcalde de Ayamonte se mostraba ilusionado con la posibilidad de recuperar muy pronto la Alcaldía de Isla? A la vista de lo escrutado, de veras que tiene su interés y su morbo revisar aquella doble página de EL MUNDO Huelva Noticias... Reparen en un dato: María Luisa y el villarrasero Ildefonso Martín Barranca (por ser íntimo amigo de la consejera de Gobernación, la sevillana Evangelina Naranjo) fueron los dos únicos directores generales de la Junta concedidos al PSOE de Huelva en el reparto del poder autonómico. Ambos han arrasado en sus pueblos, llevándose por delante a dos alcaldes del PA. Algo tendrá el Gobierno andaluz para provocar semejantes impulsos, ¿verdad? Pero lo de Isla Cristina merecería un estudio sociológico más serio y profundo, porque resulta casi inexplicable que los socialistas hayan logrado ascender tantísimo durante la precampaña y la campaña electoral. Un tipo con la experiencia municipalista de Paco Zamudio no es de los que se dejan comer la tostada fácilmente, entre otras cosas porque es consciente de que de él dependen muchos padres de familia y muchas hipotecas al alza, y con esas cosas no se juega. Sin embargo, ¡zas!, el PSOE se planta con una mayoría absoluta tan absoluta que hasta la Faneca pierde la voz durante las celebraciones. Se podría sugerir alguna que otra pregunta, sin ánimo (por supuesto) de ofender absolutamente a nadie: ¿de qué se arrepentirá más quien hasta ahora ha sido el gran referente andalucista en la Costa Occidental?, ¿de no haberse pasado al PSOE cuando le ofrecieron desvergonzadamente ser su cabeza de cartel?, ¿o de haberles dado tanto en Giahsa (aunque en honor de la verdad haya que decir que el PA isleño no escapó precisamente mal tampoco en el reparto) a quienes al final le han puesto a una auténtica leona hambrienta enfrente? En definitiva, que cuánta razón tenía aquel que dijo que los cementerios están repletos de gente que se consideraba imprescindible...
Las victorias absolutas del PP en Lepe y Moguer son el reconocimiento del pueblo a sus dos alcaldes, Manolo Andrés González y Juanjo Volante. El PA, por el contrario, desaparece del mapa. El moguereño Capelo, como consecuencia directa del escándalo de los trabajadores de Emvisur, que lo acusaron de exigirles parte de la nómina para sufragar los gastos del partido. En el caso lepero, la traición a los Jurado pasa también la correspondiente factura, porque casi nada es gratuito. El socialista Pepe Prieto, el valido de Oria, se estrella contra la realidad, mientras ese mirlo negro llamado Mario Jiménez vuelve a teledirigir a los suyos hasta la derrota. En Almonte, Bella demostró las ventajas de ostentar el poder municipal, dominando de cabo a rabo estos comicios ante una oposición que no ha sabido cortarle el paso cada vez que les sacaba un metro de ventaja. Lo del voto por correo es para hacérselo mirar bien todos. Dentro de cuatro años, cuando las elecciones no estén tan condicionadas por la romería, veremos qué pasa (si es que la gente que soñaba con hacerse con el poder el pasado domingo sigue ahí dando caña, claro está). Lo sucedido en Punta Umbría se veía venir desde que —esta vez sí— Gonzalo aceptó ser el candidato del PSOE. Le he ganado un almuerzo al hasta ahora alcalde, José Carlos Hernández Cansino, que estaba convencido de que resistiría todos los envites que le han venido desde todos los frentes. Si me deja elegir, iremos a El Paraíso. También hay que hablar de los cambios que se avecinan en Nerva, Riotinto y Campillo y que el PP no sabe o no puede capitalizar. De la ajustadísima ruptura de la mayoría absoluta de los populares en Aljaraque. Del desastre del PSOE oficial en Beas y el ridículo espantoso de Rosa Beltrán apelando a la responsabilidad de la derecha para ponerla de alcaldesa. De la consumación final de la traición de Esperanza Ruiz a José Luis Rodríguez en Gibraleón. De los malos fichajes de Herófito en El Cerro y de la gente de IU en Encinasola. De Lucena, sin un gobierno socialista por primera vez en democracia gracias a los tránsfugas que de tan buena salud gozan tras matarlos Pedro Jiménez y Valderas; de la derrota de Toti en Zalamea (esta sí que escuece en IU)... Pero creo que lo más interesante de todo va a ser ver cómo la dirección provincial de Izquierda Unida convence a determinadas asambleas soberanas de la coalición de que, menos en Encinasola, tienen que dejar gobernar al PSOE allí donde sea la lista más votada pese a todo lo que ha pasado en Valverde y con Carlos Sánchez aumentando cada vez más la brecha en Bollullos. Que hablen, por ejemplo, los militantes de Ayamonte. O que diga lo que piensa la asamblea de Nerva. A ver quién quiere ser el próximo Rodríguez Donaire; el siguiente en pegarse el tiro en la cabeza.
Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias entre el 30 de mayo y el 1 de junio de 2007
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