Detalles de una ilusión
Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 29 de noviembre de 2007
Etiquetas: Isaías Pérez Saldaña, PSOE de Huelva
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Etiquetas: Aljaraque, Manuela Parralo
Manifiesto por la libertad de expresión.
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Los abajo firmantes, periodistas, comunicadores y trabajadores relacionados con la información, ante la inminente celebración del juicio por presuntas injurias al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, en relación con las informaciones publicadas en el diario EL MUNDO sobre el supuesto espionaje al que fue presidente de la Caja San Fernando, queremos manifestar nuestro incondicional apoyo, en lo personal y en lo profesional, a los periodistas que se enfrentan a este juicio, Francisco Rosell, director del periódico, y Javier Caraballo, redactor jefe y autor de la información, y nuestra absoluta confianza en que la Justicia reconocerá que en este caso han realizado su trabajo con el mayor rigor y la máxima diligencia, como siempre a lo largo de toda su trayectoria profesional.
Asimismo, rechazamos con la mayor contundencia posible las acusaciones interesadas que los implican en una supuesta trama para urdir un montaje con la intención de desprestigiar al presidente de la Junta de Andalucía. El único interés que mueve a cualquier periodista es contar la realidad tal y como llega a conocerla, sea cual sea, y no modificarla. La prensa libre ejerce una labor de oposición que nada tiene que ver con las simpatías que los periodistas tengan o dejen de tener hacia los gobernantes, o a la inversa.
Estamos convencidos de que Manuel Chaves se equivoca si se siente atacado por los medios y los periodistas que ejercen su derecho a la libertad de expresión, que no es otra cosa que la única forma de garantizar a los ciudadanos el disfrute de su derecho constitucional a recibir información y denunciamos, asimismo, cualquier mordaza que desde el poder se intente poner a este derecho fundamental, cualquiera que sea la forma que adopte.
Adhesiones
gnacio Díaz Pérez, César Vidal, Carlos Herrera, Herman Tertsch, Raúl del Pozo, Pedro García Cuartango, Víctor Márquez Reviriego, José Antonio Naranjo, Lorenzo Díaz, Antonio Rubio, Isabel San Sebastián, César Alonso de los Ríos, Gabriel Albiac, Fernando Múgica Goñi, Enrique Gimbernat, José Antonio Gómez Marín, Marthe Sicard, Gotzone Mora, Javier Domínguez Mariscal, Amalia Gómez Gómez, Montse Ramírez Codina, Francisco Pérez Gamero, Juan Pablo Colmenarejo, Félix Machuca, Carlos del Barco Galván, Antonio Checa Godoy, Eusebio Pérez Fernández, Diego Tavero Bolaños, Carmen Elías Iglesias, Francisco Rubiales, Juan Miguel Vega Leal, Pedro de Tena, Manuel Contreras Peláez, Ramón Ramos Torres, José Carlos Villanueva, Agustín Pery Riera, Iñaki Gil Vázquez, Javier Rubio Rodríguez, Rafael Porras, Eva Díaz Pérez, Eduardo del Campo Cortés, Esther Alvarado Parra, Manuel María Becerro Pérez, Carmen Torres Palmero, Miguel Ángel Majadas Alonso, Antonio Salvador Ruiz, José Landi Grajera, Clara Fajardo Triguero, Félix Martínez Zapata, José Contreras, Javier Borrás Almenar, David Padilla, Manuel Mateo Pérez Rodríguez, Natalia Cano Gutiérrez, Carlos Crivell Charneco, Carlos Aimeur Urios, Reyes Gómez González, Francisco Justicia Ventura, Antonio Cejas Rubio, Berta González de Vega Dávila, Francisco Robles, Luis F. Rull Fernández, Benigno Camañas Sanz, Luis Miguel Fuentes, Teresa López Pavón, Agapito Maestre Sánchez, Belén Gómez del Pino, Aurelio Fernández Lozano, Javier González Fernández-Cotta, Rafael Pérez Unquiles, Francisco Javier Recio García, Roberto Pardo Salas, Andrés Marín Cejudo, Rafael Madero Cubero, Wanda Cuseo, Ángel Munárriz Fernández, Joaquín Caro Romero, Juan J. Camacho Vilches, Rafael Alcalá, Elena Lázaro Real, Andrés Moya Moya, José María Rondón León, Beatriz Novo Seco, Héctor Fernández Medrano, Joaquín Núñez Aguilera, Rafael Burgos Martínez, Raúl Navarro Guardiola, Francisco Escribano Castro, Gema Peñalosa López, Miquel González Ivars, Juan José Marcos Guillén, Sergio Sampedro Maestro, Inmaculada Lidón Navarro, Javier Ruiz Cavanilles, Pablo Álvarez Quilis, Jaime Nicolau Saiz, Guillermo Ruiz Sanz, Iván Pérez Faubell, Alberto Mas Sánchez, Vicente Martínez Useros, Héctor Sanjuán Pons, Amparo García Villaplana, Noa de la Torre Alfaro, José Martín Pérez, Daniel Borrás, Jessica Escavias Pastor, Antoni Rubio, María José Gálvez Carmona, José Carlos Aguado, José Luis Lombilla, Manuel Barrero, Daniel Martínez, Francisco Ruiz Roldán, David Yoon Sun, Javier Pons Acosta, Ignacio González Sánchez, Ignacio Álvarez Pérez, Manuel Ramos “Mágnum”, Susana Villaverde Aguilar, Leonor Cabrera Torrado, Fernando Ruso, Juan Carlos Serrano, Carmen López, Miguel Cabrera, Laura Sánchez, Raquel Pérez Rodríguez, Joseba Murga Eizagaechebarria, Cristina García Redondo, Juan Sánchez, David Cuesta, Javier Carballo, Nerea Samperio, Jordi Folqué, Ana Carolina García, Javier M. de la Horra, Luis Montoya, Remedios Serrano, Ana Galera, Mariano López, Mar Espinosa, Laura Estepa Duque, María del Mar Rodríguez Ortiz, Almudena Salinas, Juan Marfil Mateos, Santiago Salas de Vega, Antonio Félix, Francisco Javier Carrillo Sierra, María Jesús Fernández Pedreira, Antonio Muñoz Navajas, Antonio José Suárez Candilejo, Sergio Pérez Antón, Luis Javier Ezquerra, Patricia Rull, Pilar Orgaz, Inmaculada Jiménez Jiménez, Mertxe Carneiro Bello, Federico García Crespi, Miguel Ángel Agea Amador, Chelo Izquierdo, Mercedes Lora, Rafael M. Martos, Santiago Martínez-Vares Gigliotti, Eva Ávila Mayo, Carlos Crivell Reyes, Cristina Cuervas García, Antonio Moreno Osorio, Nicolás Alzaga, Sergio Robles Hernández, Margarita García Cano, Cristóbal González Montilla, Simón Onrubia Bodas, Olatz Ruiz Melero, Marta Sánchez Esparza, Estefanía Ortiz Macías, Javier Bentabol Manzanares, Emilio Palomo Herranz, Vicente Villa, Antonio Castro Caro, Luis Benages Mateu, Carlos Alarcón Sánchez, Antonio Albert Matea, Pedro Córdoba García, Julián Estrada Aguilera, David León, José Acosta Sánchez, Manuel Martín Martín, Marisa Recuero Carbonell, Rafael Ruiz Yuste, Juan J. Cienfuegos, Juan José Martínez Ortiz, Pedro Ruiz Morcillo, Narciso Simón Galindo, Luis Ferreiro Vila, Lucas López López, Lucas Soria López, Juan M. Castaño Gallego, Manuel Bellido, Juan Félix Bellido, José Santos, Isabel García, Antonio Collado, José Antonio Francés, Pilar Ordóñez Vergara, José Raya Téllez, José Ferrer Morató, Juan Moreno, Luis Miguel Carceller Mourazo, María Rionegro Gordo, Miguel Andréu, Ana María Díaz Flores, Manuel Ponce Ruiz, Pepe Alegría, Alfonso de Contreras Vilches, José Sánchez Sánchez, José Engelmo Terrades, Dolores Tejero, Manuel Gómez Ojeda y otros.
Envía tu adhesión a la siguiente dirección de correo eletrónico: idpsevilla@hotmail.com
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Juguemos un poco a la demagogia, que algunas veces nos puede servir para iluminar sobre la verdad de las cosas, aunque lo habitual es que nunca conduzca metodológicamente a nada. Imaginen por un momento que hace 48 horas esa anciana a la que se le cayó en todo lo alto una ventana de la sede central de UGT en Huelva no hubiera estado regresando tranquilamente a su casa por la calle Puerto tras haber hecho sus habituales compras de media mañana, sino que se tratara de una septuagenaria vecina del barrio de Pescadería (o pongámonos directamente ya en plan tremendista: piensen en una madre lactante, con bebé y carrito de niños recién estrenados) que hubiera estado doblando la esquina curva del edificio de la Federación Onubense de Empresarios justo cuando la mala suerte quisiera dictaminar que se desprendiese una ventana de qué te digo yo: la planta tercera donde está trabajando la gente de Upeco, pongamos por caso. Imagínense que al rato se llevan a cualquiera de esas inocentes criaturas al Juan Ramón Jiménez con el pronóstico grave de un traumatismo craneoencefálico y, después de mil gestiones, habla con los periodistas qué sé yo: el mismo secretario general de Unión Provincial de Empresarios de la Construcción de Huelva, Javier Hunt, quien ratifica, textualmente (tal y como hacía este martes Rafael González Mallofret, la máxima autoridad ugestista en Prevención de Riesgos Laborales), que es que esa ventana que acaba de abrir una crisma «se utiliza muy poco y apenas de abre», de modo que lo único que ha pasado es que «hoy se abrió y, por desgracia, había alguien abajo». ¿Alguien piensa que, si el ventanal del rimbombante Centro de Cooperación Empresarial Andalucía-Algarve —e insisto en que sólo es un ejemplo— hubiera sido el inopinado actor de un accidente de similares características, la reacción inmediata del conjunto de los agentes sociales, de las fuerzas políticas, de las instituciones públicas o de la propia sociedad civil capitalina habría sido este comprensivo y absoluto silencio? Pensemos si no ahora en el caso de que el descalabro hubiera venido precedido del desprendimiento de una cornisa del Ayuntamiento o de la caída del palo de una bandera de la Subdelegación del Gobierno. ¿Aceptaríamos la explicación de Perico Rodri o de Manolo Bago de que, desgraciadamente, había alguien abajo pasando en ese preciso instante y no un segundo después? ¿Lo asimilaría de buen grado también UGT? ¿Estamos entonces dispuestos a admitir siempre y en todo momento ese brutal porcentaje de infortunio sin el que, por ejemplo, no se estaría disparando y disparatando la tasa de mortalidad laboral? Pregunto.
Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 15 de noviembre de 2007
Etiquetas: Pedro Rodríguez, UGT
Les explicaré someramente cómo la dirección del PSOE (la que presume de no practicar nunca el dedazo, porque eso es propio de la derechona) truca el procedimiento de elección de sus candidatos para el Parlamento de Andalucía. Y lo hace con un objetivo doblemente tramposo: el de teledirigir el proceso de principio a fin (para evitarse sustos) y para que los militantes y los ciudadanos más pardillos, de paso, se crean lo de la «fiesta democrática» socialista de cada cuatro años. El mecanismo es bien sencillo: la ejecutiva provincial hace una propuesta abierta de nombres que remite a las distintas agrupaciones locales, en apariencia para que sean las bases las que debatan y decidan quiénes van en puestos de salida y qué aspirantes se quedarán sin ser aforados durante los próximos cuatro años. Pero en realidad no todas las asambleas discuten sobre una misma lista, porque la propuesta que se somete a votación en Aracena, por ejemplo, presenta diferencias sustanciales respecto a la que se debate en Punta Umbría, y ésta a su vez tiene poco que ver con la que se deja en manos de los que pagan su cuota en Bollullos, que tampoco es la que se verá en Valverde. Sólo se repiten en todas ellas los nombres de aquellos que realmente el aparato provincial quiere (por unos motivos u otros) que estén presentes en la Cámara andaluza, mientras que se van poniendo de relleno a distintos referentes comarcales según el pueblo de que se trate. Así, en Aracena, además de a todos los intocables, a la militancia se le permite votar a gente del PSOE serrano; en Punta, aparte de a los de siempre, a militantes costeros; en Bollullos, a significativos condales entremezclados con esos favoritos de Barrero y en Valverde a gente del pueblo y del Andévalo además de a los ineludibles Mario Jiménez y Pepe Oria, entre otros. Al final, se suma el total de votos obtenido por todos los candidatos (los provinciales y los comarcales) y ¡miren qué casualidad!, siempre los más votados son los que la dirección provincial se encarga de que estén presentes en todas las listas remitidas a las agrupaciones. ¿Está claro o no lo está que el que hace la ley hace la trampa? El problema para estas elecciones de 2008 es cómo borrar de la candidatura a todo un Isaías Pérez Saldaña que da señales inequívocas de querer seguir en el Parlamento. Por algo se habla ya de mandar a Oria o a Pepe Juan al Senado para salvar el overbooking de imborrables, so pena de que la militancia sea la que ponga a cada cual donde se merezca.
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La sentencia absolutoria de Pepe Cejudo y Paco Sánchez por el famoso caso mobbing devino firme ayer, tras la renuncia de la Fiscalía y del denunciante a recurrir el fallo en tiempo y forma. En la noticia del pasado martes que adelantaba a los lectores esta circunstancia, el compañero David Yoon explicaba también los motivos por los que tiran la cuchara tanto el Ministerio Público como la acusación particular (en contra esta última de lo anunciado por Benito Saldaña el mismo día en que trascendió que no habría lugar a condena), y que no son otros que la «contundencia» y la «claridad» de la resolución judicial firmada por Adulfa Medina, para algunos la verdadera triunfadora de este proceso penal que, si se ha dilatado tantísimo en el tiempo, también es (y no está de más recordarlo, sobre todo teniendo en cuenta que se ha alegado jurídica, política y mediáticamente la prolongada «pena de banquillo» a la que se han visto sometidos los acusados) porque hubo una petición expresa del abogado de la defensa para que se suspendiera la vista oral en pleno proceso electoral de los pasados comicios municipales, por la necesidad imperiosa de asistir él en persona a otros juicios impostergables que se tenían que desarrollar en paralelo en la capital de España. Contundencia y claridad, pues, para cerrar este asunto con carácter definitivo. Curiosamente, dos de las notas características que ha de tener el comportamiento de un acosador laboral para ser punible y que, según concluye el dictamen de la juez, no se daban en este caso, por muy mal que haya estado realmente el arquitecto Francisco Muñoz en términos clínicos. O sea, que lo que falta por un lado, termina sobrando por el otro. Porque ya se sabe que Dios, cuando da un portazo, siempre abre una ventana... La única desazón que me queda es qué habrá sido de Soledad G.D., la aparejadora que trabajaba en la Unidad de Arquitectura de Zalamea bajo el ordeno y mando de la parte demandante, quien confesó ante la autoridad judicial que había solicitado el traslado en la Diputación para no volverse loca. «No me fío de él porque no sé de lo que es capaz. Es una persona que me da miedo», le dijo a la magistrada, tras relatar cómo podía ser su tenebrosa jornada laboral con un superior directo que «se niega a hablarme y se comunica conmigo mediante escritos». De veras que no son ganas de enredar, pero digo yo que a esta chica le bastaría con ratificarse en su testimonio ante la activa Fiscalía de Huelva para que se le pidan como mínimo dos años de cárcel al no recurrente, ¿verdad? Y recuerden que el sevillanísimo Mateo Alemán descalificaba la venganza por ser (a su juicio, que no es el mío) un «acto femenil»...
Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 8 de noviembre de 2007Etiquetas: Cejudo, Diputación de Huelva, PSOE de Huelva, Valverde
Un internauta me ha dejado este apunte en el blog, para someter a contradicción algunas referencias del controvertido Rompecabezas del pasado domingo: «Ni Pilar Miranda ni ningún concejal de la capital va a ir en puesto de salida en las listas de marzo. A Perico no le gustan los políticos. Si no, que se le pregunten a Paco Nieves, Wenceslao Font, Jaime y Curro Pérez o José Luis Barragán (qué diputado ha perdido el PP). Y un concejal parlamentario no trabajaría para él como él quiere, y además se convertiría en político. Y Perico no lucha por los suyos... sólo por él (recuerden las listas del 2004, cuando dejó fuera al entonces presidente provincial con plante inclusive de su ¿fiel? escudero Curro). Si él es el número uno, lo demás no importa. Salvo, eso sí, que a la dirección regional se le ocurriera poner a un Hernández Cansino o un Juan José Volante. Eso sería otra historia. Y Carolina González Vigo ni le hace sombra ni su inclusión le da más capacidad de influencia a nadie de aquí; fue la sucesora de Beatriz Martín Ovando como portavoz de Medio Ambiente pero... lo dicho». Vayamos por partes. Para Pedro Rodríguez, Pilar Miranda no es cualquier concejal. Ni ella representa tampoco políticamente lo que otros miembros del equipo de gobierno. ¿Que si la nombran parlamentaria se le van a afilar los colmillos? Bueno, eso —para empezar— está por ver, aparte de que su lealtad al alcalde y todavía presidente provincial del PP es a prueba de bombas. Hacer la equivalencia con Paco Nieves suena verdaderamente a chiste, pero lo someto a la consideración del lector. Puede sin embargo que, en efecto, la única decisión sevillana capaz de conmover a Rodri fuera la recuperación para la primera línea del ex alcalde de Punta Umbría Hernández Cansino (algo así como el Luke Skywalker del PP onubense, cuyo enemigo se atribuyó su paternidad política antes de rebanarle la mano y dejarlo hundirse en el espacio exterior; un día prometo contarles la trama de La Guerra de las Galaxias del centro derecha), pero convendrán conmigo que estamos hablando de imponderables —me refiero a la posibilidad de que José Carlos se siente en el Parlamento junto al número uno, por supuesto—. Por último, sobre las capacidades de González Vigo, permítanme aclarar que el debate sobre la cunera no se está planteando en demérito de las capacidades de la parlamentaria popular granadina, sino en defensa de las potencialidades de las militantes y simpatizantes del PP de Huelva, ninguneadas históricamente por las direcciones provincial y regional del partido. Aparte, Arenas me da su palabra de que ni ha hablado ni le ha insinuado a Perico absolutamente nada al respecto; y de que, por lo tanto, todos los demás mienten.
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No bajan tranquilas las aguas en el PP onubense desde que se ha conocido, a través de las mejores fuentes posibles, el favorazo personal que le ha pedido (¿o impuesto?) Javier Arenas al alcalde de Huelva y presidente provincial del partido, el leal amigo Pedro Rodríguez, de cara a la configuración de la próxima candidatura por esta circunscripción para el Parlamento andaluz; a saber: que en la lista que volverá a encabezar Rodri para la cita del 9 de marzo lleve como número dos a la portavoz popular en la comisión de Medio Ambiente de la Cámara autonómica, Carolina González Vigo, una aparejadora cuya carrera política discurrió en Granada (aunque es natural de Barcelona) pero a la que hay que buscarle un puesto de garantías en otra provincia ahora que Carlos Rojas, como alcalde de Motril, le ha arrebatado el mango de la sartén orgánica al líder provincial del PP granadino, Sebastián Pérez.
Se la quieren imponer primero a Perico (y en Sevilla no esperan encontrar excesivo problema en esto) para vendérsela después a la opinión pública onubense aludiendo al papel protagonista que jugó la doña a cuenta del infernal incendio de Riotinto de 2004, cuando dio caña por un tubo tanto a la consejera Fuensanta Coves, por la burda manipulación con la que desde su departamento se pretendió minorizar aquella tragedia ecológica y social sin precedentes, como al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, por no haber hecho acto de aparición (como sí haría un año más tarde en Guadalajara) para ver con sus propios ojos la devastación de unas comarcas que tampoco es que queden tan a trasmano del Palacio de las Marismillas de Doñana como para que la gente pueda asimilar semejante indiferencia.
Lo que pasa es que un militante choquero del PP o cualquier buen demócrata siempre podrán alegar, con razonable sorna, que los vecinos de Berrocal o de Las Delgadas, por ejemplo, tienen tanto derecho a votar a su ángel de la guarda del PP andaluz como los ciudadanos de Aznalcóllar, El Madroño, Sanlúcar la Mayor, El Castillo de las Guardas, Gerena o El Garrobo, que son los seis municipios sevillanos a los que le llegaron las llamas desde las riotinteñas traseras de Los Cantos. O formulado a modo de pregunta: ¿por qué no le va Arenas a su íntimo Juan Ignacio Zoido a venderle la burra de lo bien que quedaría González Vigo de número dos por Sevilla, que es además la ciudad donde esta mujer reside habitualmente?
En Huelva, por ser una capital y una provincia más bien pequeñas donde el votante, el electo y toda su parentela se conocen en la distancia corta, los conocidos en la jerga política como cuneros han gustado tradicionalmente muy poquito, tanto entre el electorado como en el seno de los partidos. En esa certeza, las leonas del PP onubense —que confiaban en que ahora sí que iba a llegar su momento, cuando las listas cremallera ya son un imperativo legal— se agarran como un clavo ardiendo a la posibilidad muy hipotética de que Perico se plante ante la dirección regional y prime la denominación de origen de las mujeres nacidas, criadas y hechas en Huelva. ¿O es que piensa darle la razón a los de la sevillana calle San Fernando en eso de que aquí no hay nadie a la altura de González Vigo?
Otra mujer que tendría a día de hoy garantizado un escaño en el Parlamento autonómico, yendo de número cuatro en la lista del PP, es la concejal capitalina Pilar Miranda, una dirigente política de rostro amable que a lo largo del tiempo se está demostrando en mil y un detalles que puede ser la gran apuesta personal de Pedro Rodríguez para una futura sucesión. Valorando su proyección autonómica, se entenderá mejor el hecho de que en las pasadas elecciones municipales cayera unos cuantos peldaños para otorgar así mayor protagonismo en la esfera local a compañeras como Juani Carrillo y poder compatibilizar a corto plazo sus actuales funciones con las que le asigne Arenas en el próximo grupo parlamentario popular. Para las militantes choqueras, insisto, sería poco menos que un insulto que la anteceda en la candidatura González Vigo, del mismo modo que en pueblos del PP hay varias licenciadas que no asumirán bien que el liberado equipo de gobierno del Ayuntamiento de Huelva cope la mitad de la representación en la Cámara autonómica, por mucho que les expliquen que hay que contrarrestar numéricamente la continuidad de Cinta Castillo y Manuel Alfonso Jiménez en la bancada socialista. ¿Quién iba a imaginarse, después de lo que pasó hace cuatro años, que el problema para armar la lista del 2008 lo constituirían ellas?
Para el número tres de la lista del PP, como ya se ha dicho en días pasados, el elegido es el alcalde de Lepe, Manuel Andrés González, un tipo más listo que el hambre que ha sabido jugar perfectamente sus cartas hasta situarse en una posición idónea para que le pongan por delante todo lo que él vaya pidiendo. De entrada, reclama —con la boca chica— un escaño en el Parlamento andaluz, donde algún que otro jueves plenario ya ha estado sentado entre el público aguardando a poder ser recibido unos minutos por la consejera de Obras Públicas y Transportes, Concepción Gutiérrez, a quien tiene claro que es mejor tenerla a tiro siempre para que las famosas conexiones de la autovía con las playas, por ejemplo, no se ralenticen ni un solo minuto más. Otras plazas apetecibles, como podría ser el Congreso de los Diputados, están hechas para divinos supramunicipales, gente con las maletas preparadas y la vida política resuelta en lo local, y está ahí el caso de Pepe Oria para que el actual regidor lepero no pierda nunca el norte. Mantener los pies sobre el terruño será clave para la consolidación del proyecto de Manuel Andrés, entre otras razones porque el comité local del PP lepero se está abriendo camino a pasos agigantados y va a marcar el devenir del centro derecha onubense. La clave, por tanto, está en no irse más allá de Sevilla.
Piezas Perdidas
1) Oído en el PSOE: «El frente litoral que se le está abriendo a Barrero cara a la primavera es preocupante. Con Bella yendo absolutamente por libre en Almonte, Isaías ejerciendo de patrón mayor en Ayamonte e Isla Cristina y las mayorías del PP consolidándose en Moguer y Lepe, puede que sea el momento de sentarse con los díscolos a reconsiderar ciertos caprichos personales».
2) ¿En verdad ha perdido tanto poder fáctico como se dice Mario Jiménez desde la fusión con San Fernando de El Monte?
3) ¿Qué asesora de la Diputación de nuevo cuño se ha convertido, por méritos propios, en la envidia malsana de todos los curritos del PSOE?
4) Primeros versos: «De un pueblo de Málaga vino / a revisar las facturas de Perico...».
Publicado en EL MUNDO Huelva Noticias el 4 de noviembre de 2007
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Dicen en el PP de Lepe, que cada día es más el PP de Huelva, o viceversa, que no se han lanzado al cuello del presidente del Patronato Provincial de Turismo, Pepe Prieto (después de haber salido a la opinión pública ese «tema de ámbito personal» de que se ha construido una piscina e instalado una casita prefabricada en medio de los campos de Cartaya), porque políticamente les interesa demasiado que este hombre siga ejerciendo de referente socialista en el Ayuntamiento que gobierna el alcalde y próximo parlamentario andaluz Manuel Andrés González (Arenas y Rodri le han garantizado ya uno de los puestos de salida, el número tres para ser más exactos; pero de esto me comprometo desde ya a hablarles este domingo con todo lujo de detalles, incluidos algunos directamente espeluznantes...). «Cuanto más tiempo esté él al frente del PSOE, mejor para nosotros», apuntan convencidísimos los perdonavidas del PP. Por ello, dio exactamente lo mismo que el regidor cartayero, Juan Antonio Millán, confirmara el pasado lunes ante el pleno que ya ha puesto este asunto en manos de la Subdelegación del Gobierno y de la Delegación del Gobierno andaluz para que, con todos sus medios técnicos y humanos, «actúen en consecuencia» contra el compañero Prieto; en el PP de Lepe, o en su sinónimo onubense, nadie ha salido a exigirle ni a Petronila Guerrero ni a Javier Barrero (tanto monta, monta tanto) que empleen la guillotina a nivel institucional u orgánico para que ruede la cabeza de este subordinado lepero, ante la evidencia de que ni dimite ni puede excusar públicamente su comportamiento. De esta forma tan singular, se desvela el verdadero y sorprendente código de conducta que guía a nuestra querida y relumbrante clase política, que es el que dictamina que la exigencia de responsabilidades al oponente, ya sea por cuestiones referidas estrictamente a su gestión pública o de ámbito puramente privado (siempre confluyente; y ya se sabe: si no sabes torear / pa qué te metes), puede llegar a quedar desvinculado en su totalidad de la gravedad de los hechos que se diriman en cuestión, al condicionarse todo al siempre voluble criterio de la ventaja electoral. En definitiva, que si no supones una amenaza para los de la acera de enfrente, enhorabuena porque te puedes seguir zambullendo felizmente en tu piscina ilegal y cobrando a fin de mes un dignísimo sueldo con cargo al erario público. Pero si resultas dañino para los intereses del contrario, si realmente «Lepe te necesita», santíguate, porque te terminarán cayendo querellas hasta por estornudar. Nada mejor que ser políticamente un cero a la izquierda.
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